
__________ asintió, mordiéndose el labio. Siempre sabía exactamente que decir para excitarla.
- Si no me equivoco te prometí cumplir tus fantasías… - besó su cuello, mordisqueando hasta el lóbulo de la oreja. – y una que deseabas es que hiciéramos el amor en el exterior… aquí lo tienes.
Hacía frio, joder, muchísimo más que en Los Ángeles. Pero no estaban pendientes de la temperatura, al menos no de la del ambiente. Justin se metió en el río con ella.
- Mier.da – masculló – está helada.
- ¿No me digas? – se burló ________. – no me siento las piernas.
Justin volvió a besarla.
- No te preocupes, pronto dejaras de sentir todo el cuerpo. – La levantó por los músculos y salió del agua, con ella a cuestas. Buscó algún apoyo.
Una piedra grande le sirvió para recostar a ___________. Le abrió más las piernas y se colocó en su entrada.
- ¿Estás caliente para mi? – le preguntó un Justin salvaje.
- Si… - dijo ________ alzando las caderas para invitar a Justin.
No hizo falta nada más. Una fuerte sacudida de caderas y se encontró adentro de ella.
Movió las caderas en círculos, metiéndose aún más en su cuerpo. Observó la expresión de la cara de ________.
- Eres preciosa… - dijo gimiendo. – Te amo, te amo _______ _______.
- Yo a ti, Justin. – se agarró a él y siguió el compás de las caderas de Justin, para empezar a moverse coordinados. – Cielos, esto es tan bueno… - jadeó, viendo el punto de unión entre Justin y ella.
- ¿Te gusta lo que ves? – le murmuró en el oído. – Obsérvalo… míralo, mira como tu co.ño se traga mi po.lla de buen gusto…
___________ se arqueó al oír esas sucias palabras. Le gustaba, joder si le gustaba que Justin le hablara de ese modo. Se acercó a su cara. Le lamió la comisura de los labios, recorrió con los suyos la tensa mandíbula de Justin, hasta llegar a la oreja.
- Sigue, sigue… - gimoteó, haciendo que el miembro de Justin endureciera adentro suyo. – me gusta, me gusta mucho lo que haces…
Hubo algún cruce de miradas, mientras Justin aumentaba el numero de embestidas, rápido, se la quería follar duro, mucho. Quería oírla gritar, quería que se corriera con fuerza, encima de esa maldita roca, alrededor de él. Quería que le entregara su alma, su corazón, su todo, como él lo había hecho con ella.
Era increíble… llevaban todo el día, allí tumbados, tapados con un simple albornoz. Y ahora observaban las estrellas, juntos. Una noche romántica, perfecta en la isla de Galesnjak. Habían estado hablando de tantas cosas… riendo, enfadándose en broma, coqueteando. Sabiendo, encontrando el punto de felicidad. La compatibilidad de ambos daba al cien por cien. Parecían inseparables, pero a veces las cosas dan giros de trescientos sesenta grados.
- Justin… - ________ se acurrucó en su pecho, aún húmedo. Le había tocado a ella tirarlo al río. Y se notaba mucho… que él se había dejado caer. Porque sinceramente, ________ no podía con Justin. Pero le hizo gracia.
- Dime mi amor. – apartó los mechones húmedos. Que ahora parecían de un castaño intenso a causa de la oscuridad, y a la vez, de un tono más rojizo, por la luz del cuarto de luna.
- ¿Qué es el regalo? – suspiró, haciendo dibujitos en su pecho.
- La luna. – le besó la cabeza.
___________ se rió.
- No puedes regalarme la luna.
- Por ti, haría lo que fuera. Te aseguro que si fuera posible llegar hasta ella y bajártela, lo haría. – ella le sonrió, enternecida. Buscó sus labios para saborearlos. Una vez más, de nuevo.
- Eres hermoso. – dijo mirándolo a los ojos, donde se podía ver a ella misma, en esas limpias pupilas, oscuras como el mismo mantel del cielo.
Justin le dedicó otra sonrisa. Y de la nada, apareció la cajita de antes.
- ¿Puedo? – dijo ________, contenta.
- Si, ahora si… - suspiró mirándola. Un suspiro, ¿quizás de amor? – creo que es el momento.
- A ver, a ver… - Desabrochó primero el lacito. Y después rascó los trozos de celo, con cuidado. Justin amaba observar esos pequeños detalles. Eso que ella hacía, con plena delicadeza.
- ¿Sabes que hoy he descubierto una cosa en ti?
- ¿A si? – dijo __________ concentrada en lo que estaba haciendo: desenvolver su regalo. - ¿Cuál?
- Tienes una peca… - metió la mano entre sus piernas. – justo… aquí… - murmuró. ________ se estremeció, riendo a la vez.
- ¡Justin! – rió y mordió su hombro, juguetona.
- Te amodoro. – dijo, simpático.
- ¿Qué?
- Te amodoro. – repitió.
- ¿Eso qué es? – dijo prestando atención ahora a Justin.
- Te amo y te adoro. A la vez. Más intenso.
- ¿De verdad? – rió. - ¿Una nueva palabra?
- Justin… - ________ se acurrucó en su pecho, aún húmedo. Le había tocado a ella tirarlo al río. Y se notaba mucho… que él se había dejado caer. Porque sinceramente, ________ no podía con Justin. Pero le hizo gracia.
- Dime mi amor. – apartó los mechones húmedos. Que ahora parecían de un castaño intenso a causa de la oscuridad, y a la vez, de un tono más rojizo, por la luz del cuarto de luna.
- ¿Qué es el regalo? – suspiró, haciendo dibujitos en su pecho.
- La luna. – le besó la cabeza.
___________ se rió.
- No puedes regalarme la luna.
- Por ti, haría lo que fuera. Te aseguro que si fuera posible llegar hasta ella y bajártela, lo haría. – ella le sonrió, enternecida. Buscó sus labios para saborearlos. Una vez más, de nuevo.
- Eres hermoso. – dijo mirándolo a los ojos, donde se podía ver a ella misma, en esas limpias pupilas, oscuras como el mismo mantel del cielo.
Justin le dedicó otra sonrisa. Y de la nada, apareció la cajita de antes.
- ¿Puedo? – dijo ________, contenta.
- Si, ahora si… - suspiró mirándola. Un suspiro, ¿quizás de amor? – creo que es el momento.
- A ver, a ver… - Desabrochó primero el lacito. Y después rascó los trozos de celo, con cuidado. Justin amaba observar esos pequeños detalles. Eso que ella hacía, con plena delicadeza.
- ¿Sabes que hoy he descubierto una cosa en ti?
- ¿A si? – dijo __________ concentrada en lo que estaba haciendo: desenvolver su regalo. - ¿Cuál?
- Tienes una peca… - metió la mano entre sus piernas. – justo… aquí… - murmuró. ________ se estremeció, riendo a la vez.
- ¡Justin! – rió y mordió su hombro, juguetona.
- Te amodoro. – dijo, simpático.
- ¿Qué?
- Te amodoro. – repitió.
- ¿Eso qué es? – dijo prestando atención ahora a Justin.
- Te amo y te adoro. A la vez. Más intenso.
- ¿De verdad? – rió. - ¿Una nueva palabra?
Justin asintió.
- La nuestra. – acarició con los nudillos su brazo. - ¿Vas a terminar de abrir eso? – sonrió. ________ asintió y terminó de quitar el último trozo de celo. Sacó una caja.
Ahora, azul marino. - ¿preparada? – el pulso de Justin temblaba. Ella hizo una breve pausa, aun que se moría de curiosidad.
- Justin, tu no eras así. – dijo, frunciendo el ceño.
- ¿Cómo?
- No te ponía nervioso nada. No eras cariñoso. – miró la expresión de Justin. – no te ofendas, cariño. Tenías un carácter frívolo.
- Pero es que tú me has cambiado. – dijo, desviando la mirada hacia el vacio.
- ¿Yo?
Justin asintió de nuevo.
- Nunca me he enamorado. Y lo que siento por ti es más que eso. Nunca he dependido de nada. Ahora eso a cambiado. Porque dependo de ti. Te necesito, ________. Te quiero, te amo. Pero también te necesito.
__________ empezó a llorar. Justin la abrazó.
- Abre la caja, por favor. – le pidió él.
_________ intentó dejar de temblar, de llorar, pero no podía. Y entre lágrimas, se inclinó hacia adelante y destapo la caja, dejando la tapa a un lado. Un anillo de plata de ley, con un zafiro pequeño en medio yacía entre suero blando en el centro de la superficie de la caja. __________ entreabrió la boca. Sintió como Justin la abrazaba, poniendo sus cálidas y grandes manos en sus hombros. Cuándo le susurró cerca del oído:
- Cásate conmigo...
- La nuestra. – acarició con los nudillos su brazo. - ¿Vas a terminar de abrir eso? – sonrió. ________ asintió y terminó de quitar el último trozo de celo. Sacó una caja.
Ahora, azul marino. - ¿preparada? – el pulso de Justin temblaba. Ella hizo una breve pausa, aun que se moría de curiosidad.
- Justin, tu no eras así. – dijo, frunciendo el ceño.
- ¿Cómo?
- No te ponía nervioso nada. No eras cariñoso. – miró la expresión de Justin. – no te ofendas, cariño. Tenías un carácter frívolo.
- Pero es que tú me has cambiado. – dijo, desviando la mirada hacia el vacio.
- ¿Yo?
Justin asintió de nuevo.
- Nunca me he enamorado. Y lo que siento por ti es más que eso. Nunca he dependido de nada. Ahora eso a cambiado. Porque dependo de ti. Te necesito, ________. Te quiero, te amo. Pero también te necesito.
__________ empezó a llorar. Justin la abrazó.
- Abre la caja, por favor. – le pidió él.
_________ intentó dejar de temblar, de llorar, pero no podía. Y entre lágrimas, se inclinó hacia adelante y destapo la caja, dejando la tapa a un lado. Un anillo de plata de ley, con un zafiro pequeño en medio yacía entre suero blando en el centro de la superficie de la caja. __________ entreabrió la boca. Sintió como Justin la abrazaba, poniendo sus cálidas y grandes manos en sus hombros. Cuándo le susurró cerca del oído:
- Cásate conmigo...
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Esto es todo por hoy. espero que les haya gustado... las Quiero y gracias por leer mi novela y por apoyarme en Twitter<3
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