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viernes, 26 de octubre de 2012

Protegeme 2da temporada. Capitulo 05:

                               

________ se giró totalmente ruborizada. Su primera reacción fue subirle los bóxers y los pantalones a Justin, de un tirón. Luego se levantó de un salto de la mesa, bajando su bata, lo máximo que pudo. Justin se frotó el pelo.

- ¡La madre que me parió!

- Es… es…

- Un sueño…

- No me importaría que me secuestrara a mí también.

________ empujó a ambos chicas hacia a fuera.

- ¿Qué hacéis aquí?

- Sentimos interrumpir. – se rió Summer.

- No interrumpíais nada…

- ¿A no? – dijo Claire. – Entonces dime porque tu chico está tan caliente.

Sus ojos recorrieron a Justin, completa y descaradamente. Él deambulaba por el despacho de ________, intentando que se le bajara la erección, y haciéndose el desentendido.

- Serás guarra. – dijo ________, cerrando la puerta. – No vuelvas a mirarlo así. – dijo ella, con un rubor en las mejillas. Quién sabe, si sería de vergüenza o de rabia y celos.

- Hay… que la gata maula se nos pone celosilla. – dijo Summer pellizcándole la mejilla.

Las dos amigas rieron.

- Venimos a hacerte una visita. ¿Esta tarde al final, como quedamos? – sonrió Claire.

- No lo sé. - ________ aun estaba enfadada. ¿Y como no? Justin era suyo. 


- ¿Cómo que no lo sabes? – masculló Summer. – Tienes que divertirte un poco, ese nuevo centro comercial tiene una pinta…

- Digamos que ya me divertí bastante. Os recuerdo que llevaba unos meses de vacaciones con Justin.

- Y no me extraña que te divirtieras tanto… con un hombre semejante. – Dijo Claire.

Summer codeó a Claire, esbozando una sonrisa falsa en su boca.

- Me estás hartando, Clar. –dijo ________, entrecerrando los ojos.

- Lo dice en broma, mujer. – dijo Summer frotando el brazo de _________.

- ¿En broma? Pero si Justin está buenísimo. Apuesto a que debe ser una maquina en la cama.

________ abrió la puerta del despacho y se metió adentro, de nuevo, enfadada.
Summer miró mal a Claire.

- ¿Qué? No dije nada malo…

- Sabes lo celosa que es _________.

Summer abrió la puerta del despacho. Para entonces Justin ya le había preguntado si pasaba algo. Él analizó a la morena ojiverde. Pero rápidamente volvió a mirar a _________, desinteresado en aquella otra mujer.

- __________, vamos, no te enfades.

Justin volvió a girarse. Esta vez, analizó a Claire. Le llamó algo más la atención. Un corte de pelo por los hombros, escalado, que, sinceramente, le quedaba de maravilla.
Flequillo desfilado, y le a favorecía, ya que tenía la frente ancha. Ojos grandes y almendrados, y un cuerpo generoso. Y a no ser que Justin estuviera enamorado, hubiera agradecido las vistas que le ofrecía Claire. Porque para nada, era discreta. Y para nada, iba vestida como para pasar desapercibida. Sabía que tenía buen tipo y lo usaba de manera que cualquier hombre se la quedaría mirando.

- Eso, ahora tú, cómetela con los ojos. - __________ cogió alguna otra cosa y se marchó del despacho.

Justin miró interrogativo a ambas chicas. Summer se encogió de hombros, mientras que Claire, le sonrió coquetamente, frunciendo el ceño.

Justin izo caso omiso a ese gesto y se dirigió hacia recepción.

- ¿Dónde ha ido ________?

Mónica miró el reloj. Luego puso la cabeza encima de las dos manos, entrelazadas.

- ¿Dónde crees tú que habrá ido? Son las dos. El turno de ________ termina ahora. Y por lo que a mí me parece, está algo enfadada, novio. –

La rubia siguió organizando algunos papeles, mientras que Justin, bufando, se dirigió a paso ligero hasta su precioso Lamborghini.


Nada. Ni rastro de ________. ¿Dónde se habrá metido? Justin adoraba que se pusiera celosa, eso lo ponía sobradamente… pero cuando pillaba estos cabreos, lo irritaba. Y lo irritaba más no encontrarla. La preocupación no disminuía, el estado de California era suficientemente peligroso como para que una mujer como ________ andara sola por ahí. Ya eran las cuatro. En casa no estaría, y seguramente ya
hubiera terminado de comer. Volvió hasta el centro de fisioterapia para ver si había vuelto allí. Cuando atravesó la puerta, quitándose las ray-bans, produjo algún que otro suspiro de alguna de las chicas que estaban allí. Pero Justin no tenía tiempo– no quería – de mirar a ninguna de ellas. Abrió la puerta del despacho de ________. Nada. Bueno, si, algo…

- ¡Justin! – dijo ella cuando Justin se acercó.

Él negó con la cabeza. Se sintió mareado.

- Pero qué coño… - dijo mirándola.

- Mi vida… - Milena le acarició la mejilla.

- No. – le apartó la mano, de golpe. – Ni mi vida ni mierdas. – la miró, más enfadado que nunca. – ¿Por qué has vuelto?

- Pensé que te haría ilusión saber que no estoy muerta.

- ¿Sabes? Me da lo mismo, si estas viva o muerta.

- ¿Con que esas tenemos? – ella sonrió, tan maliciosamente como solo ella sabía hacerlo – No me mientas… estuvimos tanto tiempo juntos… - se acercó a él, casi rozando su boca. Ese contacto, ese perfume, ese color tan rojo de los labios… y tantos… – Que no me creo que me hayas olvidado. Me amas… te amo… – …tantos… recuerdos.

Pero Justin tuvo el valor de rechazar el beso de Milena.

- ¿Qué te crees que estás haciendo? – masculló, levantando una ceja. – Te repito que ahora mismo estoy de puta madre sin ti. He conocido a una mujer a la que tu no le llegas ni a la suela del zapato.

Una risa aguda salió de la garganta de ella.

- ¿Eso piensas? Después de pasar tantas noches junto a mí, repitiéndome que me amabas más que a nadie…

- Eso creía, pero acabo de descubrir que es el amor de verdad y… y es lo que siento por _________.

- Cuando te canses de ella, vendrás a buscarme, como siempre. Tú no has cambiado, ni cambiaras, siempre has sido mujeriego.

Justin sonrió.

- Que te den, zorra. Y ni se te ocurra juzgar a ________.

- Cuidado. – dijo Milena haciendo una mueca – Mira como tiemblo…



Protegeme 2da temporada. Capitulo 04:



El despertador sonó. Como cada día. Pura rutina. Aun que ahora, teniendo a Justin en su vida, era más diferente. ________ se levantó de la cama. Tenía varias partes del cuerpo, doloridas. El sexo con Justin era fantástico, pero... madre mía, terminaba hecha polvo. Aun no se creía que anoche hubiera perdido la cuenta de las veces que había hecho que se corriera.

- Buenos días… - dijo besando el ho
mbro desnudo de Justin, susurrándole al oído.

Él sonrió. Se giró hacia a ella y la abrazó, dándole un ligero beso en los labios.

- Y si me despiertas así, cada día… sí que serán buenos.

Ella le devolvió la sonrisa. Se dirigió hacia la persiana y la levantó un poco, para que no molestara en los sensibles… - pequeños y adorables – ojos de Justin, recién despertados.

__________ buscó unas braguitas limpias, sujetador y alguno de sus conjuntos para ir a trabajar. Sintió un apretón en la nalga, al agacharse para subirse las bragas.
Seguido sintió algunos besos, subiendo, desde su trasero, por su espalda. Tuvo algún escalofrío.

- ¿Por qué no te quedas un rato más aquí conmigo? Estás muy bien, sin vestir.

- A ti aun te queda más de una hora, pero yo entro a las ocho. – le recalcó
________. – Además, ¿no tuviste suficiente con todo lo de ayer? - _________ rió

- Cuando se trata de ti, nunca tengo suficiente.

__________ se giró. Lo miró, tierna. ¿Cuándo el frio de Justin había decidido cambiar y empezar a decir esas cosas? Como desearía quedarse allí, entre sus brazos.

Se tumbó de nuevo, dejándose caer encima de Justin. Sintió la cálida piel de su amante, empegada con la suya. Un enrevesado juego de piernas. Justin la abrazó, y a ella le gustaba esa sensación de… protección.

- ¿Uno rápido?

- ¡Justin! - ________ lo miró mal. Se levantó de nuevo.

- ¿Qué? – dijo Justin, riendo, siguiéndola por la casa.

- Que eres peor que los felinos… ¿Es que no puedes estar seis minutos sin meter tu…en mi...? – miró hacia abajo. Y a estas alturas, al ver… al ver todo lo potente que era Justin, aun se sonrojaba. – Tápate...

- Será posible… - masculló Justin, cogiendo unos bóxers de un cajón. – Que aun te atrevas a pedirme que me cubra cuando la conoces hasta mejor que yo, después de todo lo que le has hecho últimamente… ¿me equivoco? Creo que habéis hecho hasta buenas amigas.

- ¡Justin! - _________ estaba como un tomate.

- Adoro que te sonrojes. – tiró de su brazo – Ven aquí, niña pequeña. – le dio un sonoro beso en la frente – mi niña pequeña.


_______ terminó de ordenar algunos papeles. Alguien llamó a la puerta.

- ¿Sí?

- ¿Se puede?

La piel se le puso de gallina al escuchar tal voz.

- S…si.

Él atravesó la estancia. Ella lo miró, tan mal como pudo.

- Hola mi amor…

- ¿Qué haces aquí?

- Me enteré de que tienes novio... ¿Tan pronto te olvidaste de mi?

- Fuiste tú el que no quisiste saber nada más de mí.

- Es que, entiéndeme, mi vida… eras tan inocente… tuve miedo.

- ¿y por eso huiste? Tu lo que eres es un sinvergüenza, David. – suspiró
________. – Ahora si me permites, tengo trabajo.

- ¿Qué te pasa muñeca? ¿No quieres ver a tu viejo David? – él se acercó. Apartó algunos folios y se sentó en frente de ella, encima de la mesa. – Serás guarra… los rumores son ciertos. Te has conseguido a un buen agente para que te folle como querías ¿no?

- No me hables así, David…

- Ya sabía que en el fondo eras una fulana.

__________ se levantó y sin pensárselo le dio un bofetón.

- Vete a la mierda.

- No antes sin ver lo que te ha enseñado ese idiota a hacer. – la agarró de las manos, por encima de la cabeza y la empotró contra la pared, con brusquedad.

- ¡Suéltame! – ella no fue capaz de gritar mucho más.

David la calló con un beso, bruto. El peso del cuerpo de ese hombre no dejaba que ________ se pudiera mover. Sus muñecas estaban fuertemente sujetadas. Y con la otra mano, sentía como David empezaba a desabrochar su bata.

De repente, un fuerte golpe dejó semi aturdido al hombre.

- Serás idiota. – dijo Justin. – Como le pongas otra vez un dedo encima te mato. Te juro que te mato. – dijo cogiéndolo del cuello.

_________ se abrochó la bata, a toda prisa. Asombrada por él… asombrada por que, siempre estaba allí, cuando lo necesitaba.

- ¿Estás bien, nena?

________ asintió, masajeándose las muñecas. Justin soltó de un empujón a David.

- Vete. Como vuelva a verte, te reviento.





Miró a __________. Apoyó ambos brazos a los lados de la cabeza de ________ y besó dulcemente sus labios.

- ¿Quién era ese?

- Mi… mi ex…

- ¿El que desapareció… en cuanto?

- Supo que era virgen. Si.

- Alucina. – dijo mirando hacia el suelo. - ¿Por qué se presenta ahora?

- A saber… siempre ha buscado chicas que se regalan…

- Tu no eres una regalada.

- Pero alguien le habrá dicho algo, por lo que sé…

- La gente habla de más.

________ asintió, sonriéndole.

- Gracias. – besó sus labios. Ambas caras quedaron a centímetros.

- Nadie toca a mi princesa. – apoyó más su cuerpo con el de ella. – Nadie. Eres mía.

Justin empezó a estimular el punto débil de ________. Empezó a besarle el cuello y se lo mordió. Ella soltó una carcajada.

- Aquí no… aquí no… - musitó ella, juguetona.

- ¿Por qué? Me da morbo esto… quiero hacértelo encima del escritorio… - la agarró del culo y la apretó contra su erección – me pones tanto… dios mío, es verte… con esta bata… - Justin bajó la vista – este escote… me pone durísimo.

- ¿No te cansas de mí? – dijo ella inclinando la cabeza.

- Nunca.

Ella sonrió y lo besó en los labios. Pequeños, seguidos besos que dejaban a Justin con las ganas de más.

- ¿Por qué has venido? – dijo ella sin dejar de lamerle el labio inferior.

- Mmh… no hay trabajo. Pensé que sería de más provecho aquí.

- Veo que mi agente tiene la porra apunto… - dijo ella riendo y sobándole la erección por fuera.

- Así es… ¿No quieres jugar a policías? Te la dejo un rato…

___________ le empezó a desabrochar el pantalón. Mientras Justin le subía la bata, desesperadamente por corta que esta ya fuera.

- Eres mía… - repitió Justin escondiéndose entre algunos mechones de pelo de
________, mientras la cargaba hasta encima de la mesa. Algunos folios se arrugaron.

- Sí, soy tuya… toda tuya… - Sintió como su pene se clavaba en el muslo, ya a punto de penetrarla. – Dios Justin, cuanto te anhelo… fóllame… -le pidió.

Tus palabras son órdenes para mí. Justin estaba a punto de entrar en el caliente cuerpo de ________ cuando se oyeron risas y pasos. Se sintió observado. Y si no fuera porque ________ estaba en frente de él, y no se podía ver nada. La situación era embarazosa. Muy embarazosa.



Protegeme 2da temporada. Capitulo 03:




Justin la cogió de las piernas, colocándolas alrededor de sus fuertes caderas. Su pene pulsaba contra la entrada del sexo de _________. Sin dejar de besarla, buscó el encaje de la manguera de la ducha. Ahora el agua, seguía cayendo, pero encima de los dos. ___________ lo acarició, adoró el tacto, sentirlo tan mojado, dejar que sus manos resbalaran por la espalda, por el pecho, por los bíceps y por
 los abdominales de él.

- Te deseo… - murmuró contra su boca, y la volvió a besar, comiéndoselo.

Justin apretó fuertemente su culo, contra su pene, para sentirla más.

- Y yo a ti… mucho… muchísimo. – le mordió uno de los hombros – dime lo que quieres.

_________ murmuró algo en voz baja.

- No te oigo… - le susurró Justin en la oreja.

- Fóllame. – dijo ahora arqueando la espalda, aplastando sus pechos contra el torso de Justin – por favor, házmelo, hazme tuya.

Justin sonrió.

- ¿No crees que me toca a mí jugar, ahora? – dijo apretándose más contra ella.
__________ ansiaba tenerlo dentro. Estaban totalmente empapados por el agua de la ducha, pero Justin, sabía perfectamente que el calor que sentía allí abajo, aquella humedad que él adoraba tanto provocar en _________, no era del agua.

- No… por favor… - __________ lo cogió de las mejillas, le dio otro beso, ansiosa, con ganas… con ganas de él. Se elevó un poco, incorporándose mejor. Aun que sus pies no tocaban en el suelo, adoraba que Justin la tuviera así… cogida. Parecía que estuviera aún más cerca de tocar el cielo, cuando Justin la hacía llegar tan y tan alto.

Él besó su cuello. Aun que pareciera mentira, Justin también estaba ansioso… ansioso por meterse en ese apretado cuerpo, ansioso por hacer que ________ se corriera con él dentro, en sus entrañas, ansioso por que ella hiciera que él se corriera, que se desahogara… a borbotones, como solía pasar siempre que tenía tanta tensión en los huevos, de tanto que lo excitaba su querida novia.

Justin la embistió, de una sola vez, sin dejar de besarla. Sintió el gemido, salido de la garganta de _________, contra su boca. Él tampoco pudo evitar gemir al sentir como las paredes del coño de ________ se adaptaban tan y tan bien en torno a él. Adoraba esa sensación, adoraba hacer el amor con ella. Adoraba quererla, adoraba… amarla.
Adoraba a la misma __________. Hasta sus defectos.

- Por favor… - gimió ________, apoyando su frente contra la de Justin.

- Dime… - susurró él, en contra de su boca, agarrando mejor a ________ del culo para penetrarla profundamente.

- Más…

- ¿Más qué?. – dijo Justin sonriendo y acariciándole el labio inferior, mientras que
con el otro brazo, la aguantaba a ella, contra la pared.

- Rápido…

Justin volvió a sonreír. A ella le encantaba verlo sonreír. Volvió a colocar la otra mano en ambas nalgas de ________ y la elevó, clavándose en ella. Se retiró, casi totalmente y volvió a entrar. Lentamente, al contrario de lo que __________ quería. Pero así también le gustaba. Lento e intenso.

- ¿Te gusta así? – dijo Justin apartándole un pelo, posándolo en el hombro contrario del que él se había apoyado. A este, lo besó.

- Si… si…

- Entonces… quiero oírte.

- ¿MMh? – dijo ________ sonriendo, contra su cuello. Lo mordió. Justin no pudo evitar gemir al contacto de sus dientes.

- ¡Grita! – la embistió con más fuerza. Eso provocó un escalofrío a ________.
Todo su cuerpo dio un respingo, y Justin tubo que atenerse a las consecuencias. Obtuvo un fuerte apretón de polla que casi hace que se corra. – Ahh… __________... – jadeó él contra su oído, haciendo que las palpitaciones de ________ se aceleraran más.

Justin empezó a moverse con más rapidez, sin poder contenerse las ganas. Al borde del colapso, del orgasmo. _________ empezó a sentir como sus dos cuerpos se unían, como las caderas chocaban. Dios, sensaciones… nuevas. O no tan nuevas desde que conoció a Justin. Sintió como el pene de Justin latía dentro de ella, de la presion, de la fricción... del placer.

- Si… si… ah… dios, ¡Justin!

- Sigue, no pares… grita… ¿Qué sientes? – gimió él en su oído, embistiéndola cada vez con más fuerza, a lo que el sexo de _______ respondía contrayéndose entorno el miembro de Justin– Oh… esto… ah… está riquísimo…

Justin sintió como ________ empezó a correrse. Con fuerza. Brutal. Él tampoco pudo contenerse. Gimió, al mismo instante que lo hizo _______. Y ella lo sintió, caliente, como se desataba, hasta la última gota, adentro, muy adentro… en su cuerpo.





- Mmh… - gimió ________ tragando – es el mejor arroz a la paella que he provado nunca. Está riquísimo. – miró tierna a Justin – Bueno, cualquier cosa después de hacer el amor contigo me sabría a delicia.

- Qué bonito… - Justin sonrió, al otro lado de la mesita. Le acarició la mejilla, en un suave pellizco con los nudillos del dedo índice y corazón. – Adoro verte cariñosa después de una buena card
ada.

- ¿Sí? Aun que no me pueda sentar… - se rió ________.

- Vaya, ahí dentro de la ducha, no te quejabas para nada. – Justin se limpió con una servilleta – Oh, Justin, si, no pares… - dijo poniendo distinto tono de voz.

________ se sonrojó y le tiró un trozo de pan.

- Eh, si empiezas así… - dijo Justin balanceándose sobre su silla i abriendo la nevera, detrás de él. Cogió un bote de nata – Supongo que yo tendré que continuar.

- No… Justin, nos acabamos de duchar y ya quieres…

- ¿Quién dijo que era para ti? – dijo Justin irónico, y se llenó la boca de nata.

________ frunció el ceño.

- Que, ¿está buena la nata con la paella?

Justin asintió. Trago y le enseñó la lengua, burlándose más de ella.

- Serás… - un estruendo se oyó. Y _______ terminó de decir la frase entre carcajadas. – T…ton…¡tonto!

Se levantó, observando a Justin que se había caído de la silla. Más bien, la silla se había tirado hacia atrás… haciendo que él cayera también.

- ¿Estás bien? – dijo con lagrimas en los ojos, poniéndose en cuclillas a su lado.

- Eso… ríete de mí y de mis desgracias.

- Ohh… - ________ se levantó de nuevo. – que hombre…

- Ohh… qué mujer. – dijo, imitándola para pincharla. Justin se levantó.

- ¿Qué no te dijeron en la escuela que no se balancea encima de una silla?
Apuesto a que cuando ibas a primaria te castigaron muchas veces.

- A primaria… a secundaria… hasta en universidad. – Justin se rió.

- Porque sería… - dijo _______ girándose, sonriendo, imaginándose a Justin en la escuela. Sintió como sus brazos la abrazaron, como su cuerpo se juntó a su espalda. Y como siempre, un último comentario, de él.

- Algunas veces me riñeron por empalmarme en plena clase. – La apretó más contra él – por qué no lo haces tú ahora… - le apartó el pelo del cuello y se lo besó desde atrás. – venga… castígame… enséñame la diferencia entre lo correcto y lo que no. Y lo quiero con ejemplos, señorita… demostraciones en vivo.

Protegeme 2da temporada. Capitulo 02:








Justin le subió el suéter de rombos.

- Adoro como te queda este jodido suéter… - le susurró al oído, provocándole un escalofrío. encajó sus grandes manos en la fina cintura de _______, sin dejar de besarla.

- Justin. – murmuró contra su boca. Justin aspiró su aliento de mentol. –
Hazme tuya… - arqueó las caderas, frotándose contra el miembro - ya durísimo- de él.

- Tiempo al tiempo… - dijo, aun que no quería esperar por entrar al cuerpo de su chica.

- No… ahora.

Justin rió. Se levantó deprisa.

- ¿Dónde vas? – le suplicó _______.

- A apagar el fuego. Se quemará el arroz a la paella.

- Mmh… paella.

- ¿Prefieres eso… o yo? – le dijo apoyando los brazos, abiertos contra el marco de la habitación.

- ¿No es obvio? - _________ rió, tapándose la boca. Justin pensó que parecía una niña… su niña – La paella.

- Oh, vale… entonces, cariño, vamos a cenar, y a dormir, que es muy tarde. – replicó Justin, como si fuera su padre.

- Oh, papi… - dijo ________ con cara de niña buena – Era broma, sabes lo que quiero… - se tumbó boca abajo – Ahora ven aquí y hazme una mujer. – dijo con tono divertido. Otra carcajada se escapó de la boca de _______.

- Ya vale ¿no? Con el cachondeo… - Justin se cruzó de brazos. ________ se volvió a mirarlo de nuevo.

- No sabes lo caliente que te ves así… desnudo y con cara de enfadado. – ella se quitó la camisa de un tirón. – Sabes que no es broma, sabes que quiero que ahora mismo vengas y te metas entre mis piernas…

Justin sonrió.

- Voy a apagar el fuego.

- Date prisa. Antes de que se apague el fuego que hay aquí también.

- Cariño, sabes que si se apaga… - dijo Justin desde la cocina. – Lo volvería a
encender en menos de dos segundos.

________ se rió. Y entré esas sonrisas que a Justin tanto le gustaban se terminó de desnudar, escondiéndose de su amado… afuera, en la pequeña terracita.

- Coño, que frio hace aquí. – murmuró para ella misma.





- Ya estoy a… ¿Dónde te has metido? – miró hacia ambas partes - ¿_______?

Tiró la bayeta de la cocina hacia a un lado y sonrió.

- Quieres jugar… ¿eh?...

Empezó a buscar a _________ por el baño, por la habitación de invitados, hasta por los armarios, y debajo de las camas. Pero nada.

- Venga Justin, que tengo frio. – se dijo ________ a sí misma, sentada en el suelo de la terraza, con las vistas de Los Ángeles en sus pies, y… quizás algún vecino que podría ver algo no debido.

Justin se sentó en la cama de matrimonio, donde minutos antes había estado tumbada ________. La erección se le había bajado. Rendido.

- Bueno, ya vale. ¿Donde se habrá metido esta mujer?

Un corriente de aire le puso la piel de gallina. Miró hacia a fuera, la puerta del balcón estaba corrida, con un par de palmos.

- Estás loca. – Sonrió y se acercó hacia la terraza – pero así me gustas.

Corrió más la puerta para pasar y vió a ________ sentada en el suelo. Lo miró.

- Al fin… - acarició la pierna de Justin, él estaba de pie. Eso fue suficiente para
que su pene empezara a cobrar vida de nuevo.

- Estás medio loca ¿lo sabías?

- Eso me dicen… - rió. Justin se puso en cuclillas, a su lado. – pero a menos… estoy loca por ti.

Beso la boca de Justin deseándolo. Le mordió el labio inferior. Eso lo excitó aun más. La cargó entre sus brazos.

- Estás helada. – Justin la entró y la tumbó en la cama, tapándolos a los dos. – Aquí se está mejor…

- Justin, hacerlo en el exterior es una de mis fantasías. – dijo besándole el cuello.

- Te prometo que cumpliré cada una de tus fantasías, mi vida… pero esta déjala mejor para primavera, o verano… además, algún pervertido podría haberte visto… a saber lo que estará haciendo ahora. – Justin se rió, para sí mismo. – Seguro que cagándose en todo… por verme metiéndote aquí… para mi solito…


Una última risita se escapó de la dulce boca de _______ antes de que Justin empezara a deslizarse por su cuerpo.

- No, no, por favor… - siguió riendo, mientras se revolcaba por la cama.

Justin también rió. Como dos críos, jugando… jugando al amor.

- Estate quieta.

La sujetó por la cintura y besó su barriga. __________ se escabulló de él. Justin la siguió.

- Nena, ¿vas a dejarme que te haga el amor tranquilamente?

Justin siguió las risas, hasta el amplio cuarto de baño. Un chorro de agua fue directo a parar en su pecho, salpicándolo en la cara.

- Ven aquí… - dijo Justin riéndose. – eres mala, muy mala.

- Oh… castígame, agente, soy tuya. – se rió _________, colocándose contra la pared de la ducha, de cara a la pared, con las manos por encima de la cabeza. Y con el trasero apuntando… vacilando a Justin, provocándolo.

- Verás si te voy a castigar.

Justin dio un suave bofetón en una de las nalgas de __________. La erección de
Justin rozó su trasero. El firme tacto hizo que a __________ se le pasaran las ganas de jugar, de escaparse. Se giró y besó a Justin, sintiendo ahora como su total masculinidad se clavaba en su bajo vientre.

Protegeme 2da temporada. Capitulo 1:

                                                


Después de un par de meses, una rehabilitación y algunos centenares de explicaciones a sus amigas y familiares, _________ había vuelto a su vida normal. Pero con algo más… con Justin. Después de que Kellen y ella se hicieran a la idea de que él había muerto, por milagro, había vuelto. Y ahora ya, recuperado… convivían, el día a día juntos, aun que no llevaran mucho tiempo, en la casa de Justin sit
uada al centro de Los Ángeles. Para _________ era una ventaja, pues caía cerca de su clínica de masajes.
- Me voy… - le dio un ligero beso en los labios a Justin. Él le dedicó una sonrisa – ten cuidado.
- Eso te lo tendría que decir yo a ti. – Una mirada fue suficiente para que el cuerpo de ______ reaccionara – debería estar prohibido que una mujer como tu se paseara con tacones altos por la calle.
_________ dejó escapar una risita floja y cerró la puerta, prometiendo a Justin que por la noche seguirían discutiendo eso. Como ellos dos lo solían hacer… entre las sabanas.
- Buenos días Mónica. – saludo ________ a su secretaria.
- Buenos días ________. – La rubia le devolvió una tierna sonrisa, mientras seguía arreglando unos papeles. – Tienes hora, hay una nueva clienta.
- ¿Sí? – Mónica asintió - ¿Cómo se llama?
- Melany Richards
- ¿A qué hora? – dijo _______ entrando a los vestuarios y cambiándose la ropa de calle por la bata de la clínica.
- A... esta. – Mónica se giró hacia ________. – es esta chica.
________ se giró. No creía lo que sus ojos estaban viendo. La nueva clienta era jodidamente parecida a Milena. ________ se frotó los ojos. Céntrate, ________, céntrate… es imposible. Sonrió. Justin dijo que Milena está… muerta.



Un veintitrés de octubre. Otoño, hacía frio. ________ llega a casa y deja caer el maletín al suelo. Cuelga su chaqueta de cuero marrón, la que se le apretaba al cuerpo, estilizando sus magnificas curvas, haciendo que… cualquier hombre que la viera, tuviera que girarse un par de veces.

Cerró los ojos, un olor riquísimo le invadió las fosas nasales. Alguno de sus platos favoritos mezclado con un pe
rfume de chocolate y lirios blancos. Para terminar de culminarlo, ve a Justin pasando con solo una toalla en la parte de abajo que le queda… pequeña. ¿Y cómo no? Con semejante cuerpo. Sonríe al verla. Se acerca a ella y le da un tierno beso en la boca. No puede dejar de mirar… al perfecto hombre que tiene delante. Cuando Justin retira la mano de su mejilla, ella la echa en falta. ¿Y el hombre frio que conocí hace unos meses? Ha desaparecido…

- ¿Cómo ha ido el trabajo?

- Bien… cansada. Hay varios nuevos clientes.

- Hombre… después de tomarte unos meses de vacaciones, normal que te echen de menos.

- Joder, solo fue un respiro… - se acercó a él, y le dio otro beso, sin dejar de sonreírle. – Un respiro que necesitaba del todo. – pellizcó la nalga izquierda de Justin y le arrancó la toalla de golpe. – Mmmh… ¿Qué hay para cenar? – dijo alzando de nuevo la vista hasta los ojos de él.

- Devuélveme eso… - dijo Justin entrando en su juego.

_______, ágil apartó la mano, y se escabulló por un lado de Justin. Él la siguió, recorriendo, desnudo, por toda la casa. Al final la atrapó. La vio, tan… tan ella, sentada de rodillas en la cama. Y con su toalla entre los dientes.

- ¿La quieres? – murmuró retirándola un poco, y jugueteando con la toalla… tan sensualmente que eso lo puso a mil-y era más que evidente, pues iba desnudo y el tamaño de Justin no era fácil de esconder-entre sus dedos. – Ven a buscarla. – volvió a encajarla entre sus dientes, metiendo una de sus manos por debajo del suéter.

Justin no tardó en subirse en la cama, en cubrirla con todo su cuerpo. ________ tuvo el placer de sentir toda la carne desnuda de su amado, aplastándola. Y no le molestaba, al contrario… adoraba estar así, adoraba… sentir que Justin estaba allí, para ella… y solo para ella.









Protegeme. Capitulo 19:






_________ seguía en la casa de Justin, intentando distraerse con algo. Pero no podía.
Las horas le parecían años enteros, sin él no era lo mismo. Sin su mal genio de vez en cuando, o sus momentos picantes, sin sus sonrisas, ni sus miradas que tanto la excitaban. Sin sus abrazos… sin nada. La casa parecía vacía. Ni el televisor podía sacarla del aburrimiento y la preocupación. Hasta que pasaron las
 noticias… dentro de los tres días que Justin había prometido y más. Ya había pasado una semana, y nada.

- Se organizó una guerra en Rusia… - decía la joven reportera. ________ solo podía ver cadáveres y incendios –…había agentes y soldados de por en medio, prominentes sobre todo de Estados Unidos… – a ________ se le puso la piel de gallina, deseando que Justin estuviera bien. Siguió escuchando atenta - … treinta y dos muertos y siete heridos graves, otros tantos desaparecidos.

Los ojos de ________ se humedecieron. ¿Ninguno que no hubiera sufrido daños?
¿Alguno siquiera que solo fuera herido leve? Dios mío, rezaba que al menos, Justin fuera uno de esos siete. Llamaron a la puerta. ________ fue a abrir a toda prisa.

- ¡Kellen! – lo abrazó con todas sus fuerzas. Él sonrió amargamente.

- Cuidado, nena… - ella se apartó. Observó que estaba algo mal herido y sobre todo, lleno de polvo.

- Perdóname… - sonrió, buscando algo de esperanza en los ojos del compañero de Justin. Pero no vio nada. Solo un destello. ¿Es que acaso ese rudo hombre estaba a punto de llorar? La chispa de esperanza que le quedaba a __________ se esfumó. Los ojos se le inundaron de lágrimas, sintió una gran opresión en el pecho, el aire le faltó.
La garganta le ardía, tenía un nudo en el estómago. Negó con la cabeza, apretando los labios. Y murmuró su nombre – Justin…

- Lo siento… - Kellen la miró, la abrazó, y él también… dejó que salieran las lágrimas – Lo siento, nena…. – hasta a él se le ahogó la voz. – me dijo que te diera esto… - se sacó un sobre de su pantalón y se lo entregó a ________. – Al menos, a muerto dignamente.





Epílogo

Si estás leyendo esto… es porque… algo salió mal, cariño…
Siento no estar aquí a tu lado ahora mismo, pero… no quiero que llores ¿eh? Que sepas que te estoy viendo desde arriba y por la noche tendré que hacerte alguna travesura, castigándote por llorar por un estúpido como yo.
¿Sabes? Las horas me parecen años aquí, me cuesta tanto seguir adelante sin ti. La comida está asquerosa, nada se
 compara a los platos que tu… mi amor, sabes hacer.
Además estoy rodeado de estupidos pajeros… y pensar que yo podría tenerte entre mis brazos ahora mismo… si les enseñase una foto tuya, se les caería la polla al suelo. Pero paso… no quiero que tengan sueños eróticos con mi nena.
¿Sabes otra cosa? Quiero que seas feliz, que rehagas tu vida… y que te acuerdes de este testarudo hombre de vez en cuando. Quiero que tengas hijos… entre ellos una hija, que salga a su madre, que tenga esa mirada limpia, y ese gran corazón que tú tienes. Quiero que disfrutes, en otro hombre, de lo que a mí no me ha dado tiempo de darte.
Y quiero que sepas, que yo… estando ahí arriba… o en todo caso, ahí abajo, donde pertenezco más, estaré pensando en ti, en cada hora, cada minuto, cada segundo.
Te amé… te amo… y te amaré. Siempre.
Justin Bieber.

Era la séptima vez que leía la carta. El pañuelo estaba empapado, y ella, sentada en el peldaño de la casa de Justin, no sabía qué hacer. Se sentía acabada, se sentía sin vida.

Un brazo, algo tembloroso la rodeó por detrás.

- Te dije que no lloraras por un imbécil como yo. Te tendré que castigar.

_______ abrió la boca, de par en par se giró, y se lanzó encima de Justin.

- Eres tonto… dios mío… no sabes lo mal que lo he pasado… - ________ empezó a llorar, de nuevo, como nunca lo había hecho.

Justin estaba herido, pero lo más importante es que estaba vivo. Justin la besó, tiernamente. Los besos que ella había echado tanto en falta.

- Te dije que… te dije que volvería. Y esta vez, para quedarme, para estar contigo. Para siempre.

FIN
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el fin de la primera temporada... les digo que se hace cada vez más buena la nove... ya les pongo la segunda temporada.

Protegeme. Capitulo 18:

Black and Whites Fotos



Si... sigue... – Justin la levantó. – más… rápido. – le pidió ella mordiéndole el hombro. – Ah, ah… si…

Justin la apoyó contra la pared, así, teniendo una mejor postura para follarla. ________ se retorcía contra su cuerpo. Le mordió de nuevo el hombro, le arañó la espalda.
Quería que supiera lo que era tener sexo con él, quería que supiera lo mucho que la deseaba, lo mucho que quería que disfru
tara a su lado. Lo mucho que, además, la amaba.

Le agarró las piernas y se hundió, completamente en ella.

- ¡Oh, sí! ¡Justin! – jadeó ________ contrayéndose alrededor del pene de Justin, apretandole con tanta fuerza que él pensó que iba a correrse en ese mismo instante.

Vamos a ver… Justin intentó pensar, entre aquella nube de lujuria que cubría su vista. A diez centímetros de su vagina. Esto es fácil para mí.
Justin movió circularmente las caderas y volvió a embestirla, _________ se intentó agarrar a la pared. Gritó. Te encontré.

- Dios mío… - murmuró con la respiración agitada.

Justin volvió a tumbarla en la cama. Volvió a colocar sus piernas verticalmente contra su torso. Sentía como el coño de ________ palpitaba, encerrándolo en sus entrañas. Le besó las piernas.

- ¿Quieres más? – dijo Justin besándole el cuello.

- Si… si…

- ¿La palabra mágica?

- Por favor…

- Falta algo…

- ¿Qué? – dijo ________, abriendo los ojos.

- Di que me amas. – sonrió.

- Te amo. – ella le devolvió la sonrisa.

Justin volvió a torturar ese lugar, hasta estar totalmente dentro de _________. Ella lo sentía tanto… que pensó que iba a perder el conocimiento. Y él… a él lo apretaba, como un puño, cada vez que la embestía, cada vez que embestía el punto G de _________. Y más, ahora. Ahora… sintió como ella se deleitaba en él, sintió como se corría, como le entregaba hasta el alma. Y él le otorgó lo mismo, dejando que __________ lo ordeñara hasta la última gota de semen.

________ terminó de vestirse junto con Justin. En el preciso instante en el que ella se abrochaba los pantalones, Kellen entró, corriendo.

- ¡Justin!

- ¡Joder! Te he dicho mil veces que piques a la puerta antes de entrar. – llega a ser cinco minutos antes y nos pilla en el polvo del siglo.-

- Lo siento, lo siento. – dijo apresurado.

- ¿Qué quieres? – Justin se puso el jersey. __________ no dejaba de observarlo.
Perfecto. Era la mejor palabra que lo describía.-

- Snade nos vino a buscar. El helicóptero está allí… afuera. – Justin observó por la ventana. Vio uno de los helicópteros de la agencia, en funcionamiento, en su pequeño y privado aeropuerto. ¿Cómo era posible que no se hubiera dado cuenta? Eso era… otra prueba más de que, cuando esta con __________, lo demás, le importa una mierda.

- ¿Nos vino a buscar?

- Nos surgió un imprevisto… en Rusia.

- ¿Qué dices?

- Pues eso… nos necesita. Dice que solo serán unos días.

- Siempre hace lo mismo…

- Ya, pero… sabes que estamos en medio de unos conflictos con los rusos…

- ¿Y a mí qué?

- Pues que dice que eres uno de los mejores con… manejo de armas… que nos necesita Justin.

Él quedó pensando por un momento.

- Dile que ahora voy.

- No hace falta que cojas nada, él ya… ya tiene todo lo necesario.

- De acuerdo.

Kellen desapareció por donde había entrado. ________ se acercó a Justin.

- ¿Tienes que irte? – murmuró, preocupada.

- Si… - le acarició la mejilla – pero te prometo que en tres días, como mucho, estoy aquí.

- No te vayas… - le suplicó _______. – ¿Si te hieren? Estarás en medio de una guerra…

- No me pasará nada.

- ¿Y lo de ayer?

- Fue un despiste.

- Llévame contigo.

- No mi amor… si te pasara algo, si te hicieran daño, no me lo perdonaría nunca.

- Pero…

- Nada de peros. – le acarició los labios y la besó, lentamente, saboreando hasta la última gota de ese tiempo que compartían juntos – volveré.

Protegeme. Capitulo 17:





Se giró para irse de nuevo. Pero Justin la cogió del brazo, cerró la puerta y la apoyó contra su cuerpo, entre él y la madera maciza de esta. Acarició su mejilla. Y sobraron las palabras. Justin empezó a comerle la boca, desesperadamente. No había luz, apenas, solo por un par de agujeritos de la persiana de la ventana de la habitación de Justin. ________ rodeó su cintura con los brazos. Justin la 
abrazó. Ella apoyó su cabeza contra su hombro y empezó a llorar de nuevo.

- No vuelvas a decir eso, no vuelvas a insultarte. – dijo contra su cuello – tu eres lo más perfecto que mis ojos han visto nunca… y yo… yo…

- ¿Tu? – murmuró ________, separándose y mirándolo. Sus pupilas se habían acostumbrado a la oscuridad y podía distinguir la figura de Justin, y viceversa.

- Te amo, joder… te amo más que a nadie en este puto mundo. – volvió a besarla.

Y en ese instante, nada importó. Solo ella, ella… _________, que estaba entre sus brazos, que la quería, que la amaba, y se lo quería demostrar de todas las maneras posibles. No la dejaría marchar, no… porque sabía, ahora lo veía claro, no tenía dudas, de que… de que su corazón la había estado esperando a ella, y solo a ella… __________, que había llamado su atención des del primer momento en que Snade le había enseñado la sencilla foto. Ahora solo tenía ojos para ella, su corazón solo latía por ella, su respiración solo se agitaba por ella. Se había olvidado… hasta de Milena.

La desnudó. Sin dejar de besarla. La tumbó en la cama. Ella le apartó el albornoz.
Tuvo el placer de contemplar el bello cuerpo de Justin. Era completamente perfecto.
Justin sonrió y volvió a besarla, colocándose entre sus piernas. La acarició, toda… toda suya. Sus pezones ya estaban erguidos, y su sexo ya estaba mojado, invitándolo a entrar. Quería hacerla suya… dios… no deseaba nada más en estos momentos.
Mordisqueó el cuello de ________ haciendo que ella alzara las caderas. Justin buscó un preservativo, no aguantaba más sin poseer el cuerpo de su amada mujer.

- No. - ________ lo detuvo. – Tomo la pastilla. – Rodeó su espalda con sus brazos y lo acercó a ella. – Quiero sentirte… completamente. Sin… sin barreras de látex de por medio.

Justin gimió escuchando sus palabras. ¿Hacerlo sin condón? A carne viva… sentirla, a ella, a su interior, sin algo que lo cubriera… era la mejor propuesta que le habían hecho nunca.

- ¿Estás preparada para mí? – murmuró Justin besándole la frente.

________ asintió. Si hablaba se pondría a llorar. Apoyó la cabeza contra el hombro de Justin y se lo besó. Sintió como él empezaba a abrirse adentro de su propio cuerpo.

Justin no pudo evitar gemir al sentir… como la húmeda y estrecha carne de _______ comenzaba a apretarle el pene. Pero algo lo detuvo. Había… alguna cosa allí. El corazón le latió fuerte. Ahora lo entendía todo, ahora entendía por qué __________ no había querido sexo con él, ahora… encajaban las piezas del puzle. La miró, conmocionado.
Ella tenía los ojos inundados en lágrimas. Aquel día la había visto llorar demasiado, y eso le dolía. Otra muestra de que lo que había allí, de lo que sentía, era mucho más que simple afecto. __________ abrió la boca para decir algo. Quizás otro ‘te amo’.

- No me dejes… - murmuró, abrazándolo por la espalda, aún más fuerte. Justin le apartó un mechón de la cara y se lo colocó detrás de la oreja. La miró, con los ojos humedecidos.

- ¿Por qué te iba a dejar? Si esto es lo más hermoso que he vivido nunca…

Justin se tumbó detrás de _______ abrazándola. Le besó el cuello, el hombro. Ella sonreía. Los tapó a los dos.

- ¿Te ha dolido mucho? – murmuró en su oreja.

- ¿Te soy sincera? – se giró y apoyó su cabeza en el pecho de Justin. Él le acarició el pelo. – La verdad es que empezar… con una cosa como la tuya… duele bastante.

Justin se rió. __________ También.

- Lo siento.

- No pidas disculpas. Tendrás que compensarme. – se sentó encima de él. Y lo besó. Pasando los dedos entre los adorables cabellos de Justin.

- Eso ni lo dudes… - la apretó más contra su abdomen. – no has llegado… -murmuró, entristecido.

- La primera vez no se acostumbra a tener orgasmos… - ________ cogió la cabeza de Justin y la apoyó contra su pecho.

- Pero yo no quería que te doliera…

- Lo sé… has sido muy… cariñoso. – besó su cabeza. – Al menos tu si llegaste.

- Intenté que no.

_________ se rió.

- ¿Por qué?

- Me parece feo correrme antes que tu, o aun peor… que tu no lo hayas hecho.

- Bueno, estos días has hecho que me corra de lo lindo… así que estamos en paces.

- No es lo mismo.

________ se tumbó encima de Justin. Entrecerró los ojos. A pesar de la conversación, ella estaba feliz. Ya no era virgen, y el hombre que se la había arrebatado, había sido él… había sido Justin.

- ¿Por qué me dijiste que no te dejara? – dijo Justin apartándole el pelo.

- Porque… - _______ bostezó. – Con mi último novio lo estuve a punto de hacer… y él… cuando supo que yo era virgen… se fue. No volvió a llamarme… no volví a saber de él. Se ve que… buscaba alguna mujer con más experiencia.

- Pues no sabe la joya que se ha perdido. – sonrió, sin dejar de acariciar a
________. Nunca había sido un hombre romanticón, ni cursi… pero eso era… hermoso. Estar así, hablando, con la mujer a la que más amaba, con la mujer, a la que había hecho, ahora sí, completamente suya, suya para siempre.

_______ despertó, lentamente. Se sintió feliz, al saber que lo primero que sus ojos veían, era a Justin. Y quería que fuera así por mucho tiempo… por no decir, por el resto de los días que le quedaban de vida. A _______ se le iluminó la mente. Se escondió,
debajo de las sabanas…

Era la primera vez que Justin se despertaba jadeando.

- Oh, si… - quitó de una ventilada las sabanas de encima suyo y vió a ________, practicándole una perfecta mamada. Gimió ante la imagen.

¿Cuándo ha sido tan bueno el sexo oral?
Él había podido aguantar hasta media hora en boca de una mujer. Pero con ________... era distinto. Solo acababa de empezar… y ya lo tenía palpitando, más duro que una piedra. Temía no durar ni cinco minutos.
Sentía los dulces labios de __________ encerrándolo en su húmeda boca, succionándolo, pidiéndole que se corriera en su garganta. Se contuvo las ganas de coger a ________ del pelo y apretarla contra él. El placer era… era inmenso. No podría aguantar más. Y no era justo, esta vez le tocaba a ________ tener un orgasmo que le hiciera ver las estrellas. Le apartó la cara, y ella de mala gana se levantó, después de un gracioso ‘plop’ producido por la liberación del pene de Justin de la boca de __________.

- Ven aquí… ven aquí. – dijo cogiéndola de la cintura y subiéndola hasta su altura. - ¿No crees que ya es suficiente? Ya me he dado cuenta de que puedes hacer que me corra con solo rozarme con tu dulce boca… ahora es mi turno.

La tumbó bajo él y levantó sus piernas, colocándolas en sus hombros. Cogió el pote de lubricante de su mesita, aun que sabía… que no haría mucha falta, porque… estaba empapado de la saliva de ________. Ella sonrió, abriéndose aun más de piernas. Justin no pudo apartar la vista. Se aplicó algo de lubricante. Volvió a mirarla a los ojos. Esos ojos que pedían que la penetraran hasta el fondo. ________ alzó las caderas, en una descarada invitación que enloqueció a Justin. Lo puso a un punto, tan excitado, que le dolía.

- Ah… dios… - gimió, embistiéndola de una entera vez.

_______ gimió. Justin paró en seco.

- ¿Te he hecho daño?

- No… ¡Sigue!- le rogó, encogiendo los dedos de los pies por el gusto.

Justin sonrió, se retiró completamente… haciendo que ________ perdiera el control, que gimiera, que le rogara que entrara de nuevo en ella. Luego… volvió a meter, lentamente, cada y uno de los veinticinco centímetros por los que __________ moría.

Protegeme. Capitulo: 16








Justin se tuvo que tomar un par de tilas para calmar las emociones que tenía dentro. Creía que eso lo hacía el efecto de la bomba, o alguna de esas mierdas. Pero en el fondo sabía que no era así. ¿Milena no estaba muerta? ¿Qué hacía allí?

Dejó que el agua caliente le recorriera el cuerpo, quitándole los restos de sangre que tenía. Salió de la ducha y pasó una mano por el empañado espejo. Observó 
su cuerpo, bronceado y fuerte… ahora adornado por decenas de cortes. Suspiró y se frotó con fuerza el pelo con la toalla. ¿Por qué no había salido corriendo detrás de Milena en cuanto la había visto? Durante casi tres jodidos años había pensado que ella estaba muerta, y ahora… ahora que había conocido a ________, que sabía que Jasmine era su hermana mayor y que ellas habían tenido mucho que ver con Alexander Donovan… volvía a aparecer. ¿Por qué?

Se metió dentro del albornoz, cubriéndole el dolorido cuerpo. Salió de allí. Los ronquidos, delataron que Kellen, baldado, ya estaba durmiendo. Con la dura piel que tenía su compañero, y la masa de puro musculo que tenía en los brazos, le había costado un poco cerrarle la brecha del brazo.

Supuso que _______ también estaría durmiendo. Había tenido un duro día, y las copas de más se le habían bajado de golpe con la mar de sustos y altibajos que habían tenido aquella tarde.

Se dirigió hacia su habitación.

- ¿Qué haces? – dijo, mirando a _______ que estaba sentada en su cama, mirando no se qué. Justin se enfadó cuando vio lo que era.

- ¿Es esa Milena? – dijo mirando el retrato de esa chica que Justin tenía guardado en uno de los cajones de la mesita de noche.

Justin se lo arrebató de las manos.

- No puedes entrar aquí sin mi permiso. – dijo Justin – mi habitación… es mi intimidad, joder.

__________ pudo ver de nuevo aquella persona fría que había conocido en un principio. Se dio una bofetada mental a si misma, por tonta, por imbecil, por haber pensado… que Justin podría sentir algo más por ella que buscar simple satisfacción o… o tan solo un caso más de trabajo. Pero ahora veía lo tonta que había sido. Caer de nuevo… no era ninguna novedad para ella.

- Lo siento… - murmuró, apretando los labios para intentar no llorar. Se dirigió a la puerta, deseando que Justin la detuviera.

- __________... – ella se giró, sonriendo, al escuchar su voz, llamándola de nuevo. Llenando su corazón de alguna pequeña esperanza.

- ¿Sí? – dijo sin dejar de mirarlo. Pero él… él la miraba serio.

- Ahora que todo ha terminado, podrás irte ya a tu casa… - se sentó en su cama, guardando la foto de Milena de nuevo a su mesita de noche. - ¿No es lo que querías? Mira… al fin y al cabo no ha durado mucho más de dos semanas. Ya podrás volver a tu vida normal. Mañana por la mañana te ayudaré a que recojas todo y te llevaré a tu apartamento de nuevo.

A __________ se le encogió el corazón al escuchar todo lo que Justin le dijo. Solo se le escapó un ahogado ‘si’ de la boca. Se fue, ágilmente, hasta su habitación. Y allí… ya no pudo contener más las lágrimas.

Justin no podía dormir. Se había pasado con ________, estaba confuso, cabreado por todo… pero no con ella. Ella era lo único que se salvaba, era lo que le había hecho reír, lo que le había traído alegría… lo que había acaparado su atención durante esas dos escasas semanas. Y ¿Ahora? ¿Ahora la tenía que devolver a la ciudad, a donde pertenecía? ¿Para qué? ¿Para que los dos siguieran como si nada? ¿Para olvidarse de todo? ¿Para negar que no hubiera pasado nada? ¿Para… para seguir fingiendo que no se había enamorado? ¿Qué si dejaba ir a _______, el recuerdo le carcomería para el resto de su vida? El recuerdo de Milena… ¡Por qué no fuiste detrás de ella! ¡LA AMAS!

- Justin… - la temblorosa voz de __________ sonó, mientras su silueta se dibujaba con la tenue luz del pasillo. La vio apoyada en el marco de la puerta de su habitación. - ¿estás… durmiendo? – supo que estaba llorando.

Se le encogió el corazón. Todo aquello era por culpa suya.

- No… - dijo quedándose sentado en el pie de la cama – No puedo dormir.

- Yo… tampoco. – dijo ella frotándose los ojos para enjugar las lagrimas.

- ¿Por qué lloras? – dijo Justin ladeando la cabeza y levantándose.

- Porque estoy hasta las narices de tener que esconder siempre lo que siento. –
Lo miró fijamente. Una mirada que dejó captivado a Justin, que le llegó al corazón aún más. – Porque estoy harta de escapar, de ser siempre la que pierde… de ser siempre a la pobrecita a la que le rompen el corazón, la que no tiene tiempo de decir… de decir que está enamorada. A la que no la quiere nadie, porque tiene una imagen distinta, que luego resulta inocente. – se acercó a Justin, con los ojos aguados. Él la seguía mirando – Porque soy una completa inútil… a la que creía que tu amabas… - Justin pudo ver el destello de las lagrimas. Le entraron ganas de abrazarla, fuerte. Para que nunca marchara. Para hacerle el amor ahí mismo, demostrarle que era exactamente lo que sentía. – pero ya veo… que lo único que quieres es terminar con tu misión… que me vaya, y que tanto tu como yo, nos olvidemos de todo lo sucedido. Pero ¿sabes? Yo no podré. Tú has pasado a formar parte de mí. – se quedó esperando, un segundo, que se hizo completamente eterno. Pero Justin, no supo que contestar. _______ suspiró – Lo dicho, siempre la cago… olvida lo que te he dicho. – murmuró sin dejar de llorar – mañana a primera hora haré la maleta y me iré.

Protegeme. Capitulo 15:



Fotos de Artistic.Photos

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_______ sintió como unos brazos la rodeaban. No hizo falta que alzara la vista para saber que era Justin. Tembló contra su piel. Sabía que él se estaba mojando con ella, hasta que paró el agua.

- ¿Estás bien?

Un silencioso ‘si’ salió de los dulces labios de _______. Justin no pudo hacer más que alzarle la cara y besarlos, tan tiernamente, como solo él sabía hacerlo, para calmarla.
Justin se separó un poco de ella.

- Estás mojado. – murmuró, sonriendo un poco. Justin le devolvió la sonrisa.

¿Por qué ya no es aquella persona fría que yo conocía?¿por que al menos conmigo ya no?...

________ fijó la vista en su cuerpo. Estaba manchado de sangre. Las lagrimas volvieron a sus ojos.

- No te preocupes, no hay nada mío, aquí. – mintió Justin, pues estaba claro que él había recibido también.

________ suspiró. Cuando se escuchó un gemido prominente de la sala. Kellen.

- Mierda – Justin se levantó de golpe y fue hacia el salón. –

________ enroscó una toalla en su cuerpo y salió pisándole los talones a Justin.

- Quédate en mi habitación, enciérrate allí, y no salgas. – le dio un beso en la frente – Ahora vuelvo, amor.

Frotó sus brazos con una suave fricción y dio un pequeño empujón a ________ para que se dirigiera hacia su cuarto. Aun que fuera imposible, ___________ le hizo caso. Aun que la preocupación no se iba de su mente, de su cuerpo. Se acurrucó, cogiéndose de las piernas, en la cama matrimonial de Justin. Nunca había entrado a la habitación de Justin. Era una habitación hermosa, las entonaciones blancas, negras y granates eran las que predominaban. Había un pequeño despacho, un armario grande. Las paredes eran adornadas con papel de un color beige, mientras que el suelo era cubierto por parquet de madera marrón, y una gran moqueta granate. La mesita de noche, en frente de ella, le llamó la atención. La curiosidad mató al gato, pero… había algo que la incomodaba mucho más. Se levantó y se fue otra vez hacia el salón.

- Cuidado Justin… - masculló Kellen tirado a un lado, cogiéndose del brazo. – Está por aquí… es… es peligroso.

- Cállate, ahora me las arreglaré con este pedazo de cabrón. – ató el cinturón alrededor del fuerte brazo de Kellen para detener la hemorragia. – No te muevas. –

Justin se levantó, desde detrás del sofá donde se encontraba Kellen.

Parecía imposible, pero la casa no estaba hecha una mierda, como pasaba casi siempre.

- Ostia ¡Justin! – exclamó Kellen. - ¡CUIDADO!

Cuando se dio cuenta de que la bomba había caído a centímetros de sus pies, ya fue demasiado tarde. Pequeña, pero no dejaba de ser una explosión. El cuerpo de Justin cayó, contra una de las paredes laterales. Se quejó, no podía levantarse.

En un segundo lo habían dejado hecho polvo. Intentó coger la goncz hi tec que le había prestado a Kellen, la cual se encontraba ahora a unos centímetros de donde él se encontraba. Pero le pisaron la mano. Dolor. Mucho dolor, eso era lo único que sentía ahora mismo Justin. Iba a dar la vida por ________ si hacía falta. Pero sabía que Kellen no podía hacer nada con el brazo como un colador y una costilla rota, y el… estaba hecho una mier.da. En ese momento el hombre que estaba a punto de atravesar el propio cráneo de Justin, abrió los ojos, a través del pasamontañas.Justin se extrañó.
¿Estaba alucinando?. Ese hombre boló en mil pedazos. Justin cerró los ojos, sintiendo como la sangre de ese hombre lo salpicaba. Luego volvió a abrirlos. Vio a ________, a unos metros de él. Tenía los ojos, de nuevo, inundados en lágrimas. Kellen y Justin la miraban, estupefactos. __________ se tiró el pelo hacia atrás, la gran arma de explosivos yacía a su lado y dejó que las lágrimas cayeran, en pequeñas gotas repartidas por sus mejillas.

- Eso pasa... por no hacerte caso... y por dejar... la puerta de tu galería... abierta – murmuró mirando el arma que ella misma había usado, aún sin saber como – no vuelvas a decirme que me quede en tu puta habitación, cuando tú estás dando la vida por mí.

Kellen se levantó a duras penas y se acercó hacía _________.

- Eres la mujer más valiente que he visto en mi vida.

__________ lo miró, sintiéndose halagada.

- Envuelta en una simple toalla de baño, descalza, medio mojada y con un bazooka de explosivos en la mano. Estoy orgulloso de ti. – la abrazó y besó su frente – gracias.

Ella tiró los mocos hacia arriba e intentó hacer desaparecer las lágrimas. Demasiadas cosas en tan solo un par de semanas. Demasiadas emociones en poco tiempo. Pero el suficiente para que su corazón volviera a tener esperanzas de amor. Miró el tocado brazo de Kellen.

- Tenemos que hacerte mirar esto… - dijo pasando la yema de los dedos por los alrededores.

- Luego Justin me dará unos puntos. – sonrió – si tu vieras… tengo cicatrices por todo el cuerpo. Una más no hará daño. Y por lo de la costilla…

- ¿También te has roto una costilla? - _______ parecía preocupada.

Justin no podía moverse. Le dolía todo el cuerpo. Sonrió al ver que ________ estaba bien. Aun que no se centraba en la conversación que mantenían ellos dos. Ya habría tiempo para que él hablara con ella.

Sus ojos tuvieron un reflejo. Miró hacia el lado, donde había el tocador de la entrada.
Le hubiera sorprendido menos ver a Marilyn Monroe sentada allí. Se puso hasta pálido.
Ella yacía, allí, inocente, sonriendo. Con su preciosa melena oscura que le caía por encima de los hombros, con las pecas que justin tantas veces había besado salpicándole parte de la cara, del cuello y de los hombros descubiertos. Y con esos… ojos verdes oscuros que tantas veces había quedado él mirándoselos, enamorado. O al menos eso creía… cuando Milena se encontraba entre sus brazos.
No dijo nada, y él tampoco. Simplemente, desapareció por la puerta, tal y como había entrado, sin que nadie se percatara de que ella… estaba allí.