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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Protegeme 2da temporada. Capitulo: 11




- ¿Qué… haces? – murmuró ella, suave, bajito. Justin estaba colapsado por la lujuria, por todas las sensaciones que le hacía vivir ________ .

- Quiero terminar en… - Justin suspiró, pasó sus dedos entre su pelo.
– en tu culo…

Le sonrió, tiernamente, acariciando una de sus nalgas.

- Justin… - susurró _______. – Justin.

- Dime… - él movió un poco las caderas, frotando más, sin perder
el control.

- Soy… dios, que vergüenza.

- Dime… - murmuró Justin.

- Nunca me han…

- Lo sé. – se inclinó para besarla. - ¿Por qué crees que nunca te he penetrado por atrás? Se cuando una mujer… bueno, eso… - mordió su hombro – si me dejas… tendré cuidado…

- Siempre lo tienes. – sonrió y le acarició la mejilla. – Lo tuviste por adelante, supongo que por atrás también lo tendrás.

- Obvio, eres tú.

- Entonces… nada más que hablar…

_________ apoyó su cabeza en el colchón y cerró los ojos. Se puso a cuatro patas, levantando la parte trasera. Justin se retiró para observarla.

- Dios… no sabes lo caliente que me pones…

- ¿Aun más? – sonrió ________.

- Eres demasiado. – Justin le devolvió la sonrisa y cogió algo de la mesita de noche. ________ lo sintió frio en su entrada. De repente, algo en su recto. Se tensó. – No, nena, tranquila, soy yo, sigo siendo yo, relájate… solo es un poco de lubricante…

___________ intentó volver a relajarse.

- Dios, si por adelante ya eres deliciosamente estrecha, no quiero saber cómo serás por aquí… - dilató un poco más esa entrada y retiró los dedos. __________ sintió el glande de Justin presionando en su trasero. –
Acéptalo cariño…

___________ intentó relajarse aún más, pero el corazón le latió rápido.
Justin era un experto en el sexo, ella, aún llevar meses junto a él, una novata. Y le daba miedo, le daba miedo que se cansara. Un dolor la quitó de sus pensamientos. Un dolor, acompañado de un suspiro de él.

- Justin, no creo que pueda… con toda…

- Shh… - él la acarició, se inclinó hacia adelante. – Ya… ya está toda.

__________ entreabrió la boca. Llevó su mano hacia detrás para comprobarlo. Dios, había aceptado toda la polla de Justin en su culo. Él rió.

- Esto es demasiado bueno. – Se movió lentamente para no hacerle daño. Parecia que las nalgas de __________ lo quisieran aprisionar más. – Oh… dios… no aguanto… ¡Ah! Ah… - Ella sintió como las descargas de Justin sobresalían de su cuerpo, bombeándola con fuerza.





Justin trajo los platos con un par de huevos fritos, bacon y jamón.

- Aquí está… un desayuno – comida a las dos del medio día… al total estilo americano.

_________ sonrió y posó su mano en su barriga.

- Tengo hambre.

- Y no me extraña, después de lo salvaje que estabas ahí dentro. – señaló la habitación de invitados.

- ¿Perdona? ¿Quién es el que no oye nada cuando está centrado en lo que hace?

- Claro, no oigo nada y por eso lo hago bien.

- Si, ya claro…

Justin se quedó sorprendido.

- Ahora me dirás que no te gustó, con lo que disfrutas conmigo…

- Serás creído. – dijo _______ tirándole un trozo de bacon.

- No me tires comida, que terminamos mal…

- Y nos acabamos de duchar. – terminó ________.

- Eso mismo. – él sonrió, se acercó a ella y la besó. La observó con su camisa por encima. – Eres preciosa. Sobre todo cuando estas teniendo un orgasmo…

___________ se escondió en su cuello.

- Deseo ser el único que pueda verte así, en todo tu esplendor.

- Lo serás… ahora mismo solo quiero que tú seas el primero… y el último.

Justin le besó la cabeza, besitos grandes, pequeños, seguidos, sonoros, sin ruido.

- He estado pensando…

- ¿Tu? ¿Pensar? – se burló __________. Y él pareció molestarse. –
Es broma… ya se que tengo un novio muy listo. – acarició su abdomen, desnudo. - ¿Y… que has estado pensando?

- Que como llega Navidad… te llevo de vacaciones. - __________ lo miró. – No es una pregunta. Ya tengo los tickets de vuelo comprados.





- ¿Y dónde me llevas, mi rey? – dijo ella apoyando su cabeza en el hombro de Justin, mirándolo casi del revés. Pero él se veía guapo desde cualquier perspectiva.

- A Galesnjak.

- Justin, ¿Estás bien?

- Claro, ¿Por qué?

- Por que pareció que te entraban arcadas. – ella se rió.

- Ese es el nombre de la isla, Galesnjak en Croacia.

- Vaya nombre.

- Lo sé, pero la isla es muy, muy bonita… y en forma de corazón… - besó sus labios. – Perfecta para los enamorados… además, ya alquilé una casa en medio de la pequeña montaña, al centro de la isla.

- ¿Alquilaste una casa?

- Si, esas de campo… hoguera, con maderita… - dijo con un rintintín que ________ adoró, mientras pasaba la yema de sus dedos por la curva de su cintura – te va a encantar…

- Aun que nos fuéramos a la choza más pocilga de este mundo me lo pasaría estupendamente… y solo porque tú vienes conmigo…

- Te amo… - susurró Justin. Acarició la mejilla de ella y enroscó uno de sus dedos en su pelo, mientras la besaba. No podían estar más pegados, el uno al otro, y se estaba bien… no, se estaba de maravilla, así, junto a Justin. Él se separó un poco, terminando con un dulce pico – nos vamos el veintidós, pasaremos las fiestas allí… - Ella asintió.

- Llévame donde tú quieras, cuando tú quieras…



jueves, 8 de noviembre de 2012

Protegeme 2da temporada. Capitulo: 10


  

- Nena… - Justin se subió los bóxers, aun que su polla ya mojada por ________ y totalmente empalmada luchaba por salir. – No… no te cabrees… tu eres mucho mejor que cualquier modelo de PlayBoy.

___________ lo observaba. No estaba enfadada, intentaba aparentarlo, pero por dentro se reía a carcajadas. Justin no podía aguantar las ganas de tumbarla allí, encima de la encimera de la cocina y embestir
 su dulce sexo con fuerza… estaba tan excitado.
Y verla así aun lo ponía más cachondo.

- Dime algo… - murmuró Justin acercándose. Le acarició una mejilla.
__________ no lo rechazó esta vez.

- ¿Qué quieres que te diga?

- Todos hacemos eso, y más si me tienes con abstinencia todo el mes…

- ¿Todo el mes?

- Tres semanas. Da igual… con una novia como tu ¿Quién puede aguantar sin tener sexo durante tres jodidas semanas?

- ¿Y por eso tenías que usar la revista?

- Será que tú no te has puesto calentita con alguna peli porno o algo por el estilo. – dijo Justin alzando la barbilla y sonriendo picaro. __________ se sonrojó - ¿ves?

- Yo no hago eso.

- Lo que tu digas. – Justin alzó los brazos. – ahora ¿me perdonas?

__________ se rió, sin decir nada, y corrió hasta la habitación de invitados. Justin negó con la cabeza, sonriendo. Parecía una niña. Pero así la amaba. Se dirigió hacia esa habitación y apagó la luz, cerrando la puerta. Seguido, sintió las manos de __________, abrazandolo por detrás y recorriendo con sus finos dedos sus abdominales. Justin se estremeció.

- Un poco más abajo… - dijo Entrelazando sus dedos con la mano de ella. –
Tengo muchas ganas de ti, mi amor… - se giró y buscó su boca, deleitándose en su sabor único. – Vamos…

La cogió y la tumbó a la cama. Una carcajada se escapó de la boca de ___________.
Él se colocó encima suyo, bajó por su cuerpo y le mordió una nalga.

- Mmh… pero que culo… - Justin bajó el pequeño tanga y sintió lo humedad de
________. No pudo evitar hundir su boca en ella. Un gemido de sorpresa y ahogado se escapó de la boca de ella. Justin aceleró los movimientos de su lengua. Dios, sabía tan bien. Sentía como las caderas de ________ se movían incitándolo a que siguiera, que le gustaba. Y su humedad se expandía, junto con su delicioso olor que lo ponía más duro que una piedra. Se separó un poco. - ¿Te gusta, gatita?





Ella se giró, para facilitar el trabajo a Justin. Él la observó, desde su altura. __________ tenía la boca entreabierta, cruzaron miradas.

- Si…sigue… - consiguió articular.

- Ahora me tendría que ir yo… - dijo Justin, besando su pubis totalmente rasurado.
Como amaba ese cuerpo…

- ¡no! – gimió _________, cogiendo a Justin por la espalda por si acaso.

- Tranquila. – sonrió Justin. – necesito esto más que tu. – y volvió a hundirse en su sexo.

_________ jadeó.

- No lo creo… - musitó entre gemidos. Justin paseó su lengua a lo largo de su rajita húmeda. __________ enredó sus dedos entre sus cabellos.

Arqueó las caderas. Justin abrió la boca para aceptarlo todo, mientras la bombeaba con la lengua sin cesar. Mordisqueó uno de los labios genitales. ________ se mordió los suyos, de la boca. Como le gustaba… Justin hundió el dedo pulgar en ella, aprovechándose de su grosor. _________ volvió a arquearse.

- Dios, si. – cerró los ojos disfrutando de las sensaciones. Justin gimió. Ella se inclinó y lo miró interrogativa. Los seductivos y pequeños ojos de él se alzaron hacia los de ella. Sonrió y se separó un poco. ________ extrañó ese delicioso conto. Justin metió el dedo índice y corazón, reemplazando el pulgar.

- Mierda, como me gusta esto… - se quejó Justin volviendo la vista hacia el coño de __________, húmedo y brillante. – Como me gusta tu sabor… - volvió a pasar la lengua, tan intensamente que a ___________ le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

- Oh… - gimoteó, sonriendo. – te…

- ¿Me? – murmuró Justin, ahora sin quitar los ojos de su faena.

- Te…¡Ah!…amo.

Justin la mordió. __________ gritó suave. Dolor que pronto fue substituido por un orgasmo descomunal. Arqueó la espalda, levantó las caderas, ni el mismo Justin sabía que ella era tan flexible, aun que no paró de comérsela, llevándola al límite de buen gusto, sorbiéndola hasta vaciar el pote de su propia miel.
La respiración de __________ era entrecortada. Yacía quieta, con los ojos cerrados, intentando descansar. Sintió los besos húmedos de Justin, como empezaban a subir por su cuerpo.

- Mmh… bonita… - murmuró como un niño, contra su barriga. – hermosa, preciosa, mi princesa… - acarició la curva que unía la cadera con el culo. - ¿todo bien?

- Per..fecto. – dijo ___________ sonriendo, y abriendo los o
jos de nuevo. – Pero… uf… que bien. – Justin llegó a su altura y besó la punta de la nariz.

- Tu néctar es mi bebida favorita. – sonrió y le acarició la mejilla.

_________ abajó los ojos y sus manos resvalaron por los cuadrados de las maravillas del cuerpo de Justin, buscando… algo.

- ¿Qué no encuentras?- se rió Justin, besando su frente. Sintió como
_______ le bajaba los bóxers.

- Joder… - exclamó ella en ver la erección.

- Mmhh… ¿no te gusta?

- Me encanta. – sonrió ella, y alzó la vista hacia los ojos de Justin. – está enorme…

- Tócala…

_________ hizo caso a Justin y acarició su polla. Palpitaba.

- Estoy caliente… - murmuró él, mordiendo el cuello de ________. – Más que nunca… - ahora subió hasta la oreja y lamió su lóbulo - quiero follarte bien duro…

_________ gimió al sentir como Justin se metía de golpe en su cuerpo.
Madre mía, que sensación. Arqueó la espalda, y su vientre rozó el duro abdomen de Justin – aun que en ese momento todo lo que tenía en su cuerpo estaba duro. –

- ¿Lo sientes? – dijo Justin moviéndose encima suyo.

- Si… - jadeó __________. Justin observó su cara de placer.

- Te amo. – murmuró, besando su boca. La embistió fuerte. – Ah… dios…

- Estás muy… duro… - gimoteó ella.

- Por tu culpa.

- Justin… - ________ clavó sus uñas a la francesa en la espalda de Justin.

- Dime mi amor… - Justin siguió moviendo sus caderas, adelante,
atrás… era un vaivén erótico que hipnotizaría hasta a la más santa.

- Más… - jadeó, rodeando la cintura de Justin con sus piernas, y apretándolo más contra ella – Más, quiero más.

- Entonces te daré más…

Justin salió de ella. ________ se quejó.

- Te dije más, no que pararas… - hizo puchero – O aún peor, que salieras. – Se levantó. - ¿Se puede saber que haces ahí? – Dijo viendo a
Justin, tan gracioso, de pie, en frente a ella y la cama. Y excitado.
__________ fijó sus ojos en la enorme polla mojada por sus jugos.

- Quieres dejar de quejarte y venir aquí. – dijo Justin palmeando delante suyo. – Así me es más fácil embestirte más deprisa.

Sonrió. ___________ se movió hasta donde le indicó él. Justin la besó en la boca. __________ acarició su erección. Lo apartó unos momentos y se inclinó hacia adelante.

- No… - dijo Justin apartándola. – Si me la chupas ahora, terminaré ya.

- ¿No quieres?

- Quiero que te corras tres veces más antes que yo.

- Será difícil. – Sonrió ________, y volvió a tumbarse, aguantándose por el antebrazo.

- Eso lo dirás tu… - Justin se acarició la polla, acercándose a su entrada. - ¿A caso no lo deseas tanto? – volvió a meterse en su cuerpo.

- Si… - ________ acarició en su pecho.

Justin le cogió los muslos. La sacó casi entera y la volvió a embestir con fuerza, hasta el fondo. Sintió como __________ se contraía, lo apretaba, se ajustaba tanto a su total longitud. Gimió. La volvió a dar, fuerte.
__________ se lo agradeció con otro par de espasmos. Y más y más y más. Y ________ se corría. Y quizás no aguantaría dos más, pero este si que lo disfrutaría. Y la adoraba, a toda ella. Pero ahora mismo, se deleitaba por una cosa en concreto. ________, semi aturdida, con el pelo empegado al cuerpo, bañado en sudor, igual que el cuerpo de Justin, respiraba dificultosamente. Justin salió de ella. Un gracioso ‘plop’ se escuchó en el silencio de la habitación. Él mismo la giró sobre ella, la puso boca abajo. Frotó su pene en su totalidad contra una de las nalgas. ________ agarró las sabanas, aun estremeciéndose por el fuerte orgasmo.

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chicas de verdad disculpen por tardar tanto... gracias a todas esas chicas que me escriben por twitter y me apoyan siempre... ahh y para las otras este es mi twitter @latindiense. :* las quiero 


bye....

Protegeme 2da temporada. Capitulo: 09




Se metió en la cama sin hacer ruido, dándole la espalda a Justin. Justin la abrazó por detrás y besó su hombro.

- ¿Estás enfadada?

- No, no… tú verás, yo te respeto. – se giró y le sonrió. – Fue culpa mía, no tendría que haberte prestado tan poca atención y tendría que haber buscado un
huequecito para pasar tiempo contigo…

- No… no te preocupes, tampoco ha sido para tanto. – besó sus labios.
__________ intentó evitar apartarse. Tendría que esperar para darle su merecido – Puedo aguantar un mes sin acostarme contigo.

__________ sonrió y se dio la vuelta de nuevo. ¿Con que si, eh? Que mentiroso estás hecho… y pensabas que no iba a notar que algo extraño pasaba… Sopló.

- Estás cabreada. – Dijo Justin riendo – te conozco más que a mi mismo, te pasa algo.

- No, enserio, da igual. Es que quizás sea yo la que necesite un buen polvo ahora. – Dijo __________ sin girarse. – pero no lo tengas en cuenta… supongo que, si tu quieres, mañana, todo volverá a la normalidad.

- Tienes razón. – Justin se inclinó y la besó en la mejilla. – Buenas noches mi vida.

___________ sintió como la cama se movía. Justin se había tumbado, de espaldas a ella también.

- Buenas noches Justin.






El estomago le gruñó. Domingo por la mañana. Echó en falta a algo. Justin no estaba a su lado, sentía frio por el lado derecho de la cama. Se levantó. Sintió como volvía a tener el pelo demasiado enredado. Cogió el albornoz y se lo envolvió alrededor del cuerpo, la bata era demasiado fina para andar por casa a medianos de invierno con tan solo eso.

- ¿Justin? – dijo, frotándose los ojos, mientras
 se ponía las zapatillas y se dirigía a la cocina. - ¿Justin?

Vio una nota pegada a la nevera.

‘Fui a por el desayuno, vengo dentro de media hora… no quise despertarte. Te quiero;
Justin.’
Sonrió y dejó la nota encima de la encimera de la cocina. Buscó un vaso y vertió un poco de zumo. Desayunaría con él, pero tenía que beber algo, tenía la boca sequísima. Alguien llamó a la puerta. Justin tenía llaves, así que no podía ser él.

- Voooy. – dijo relamiéndose por el resto de zumo de naranja que quedaba en su labio superior y hiendo hacia la entrada. Bajó el peldaño y abrió la puerta. Un chico joven esperaba en frente, con una gorra Nike, una chaqueta de cuero negro, un casco de moto en un brazo y una caja en las manos.

- Pedido para… - miró el papel - ¿__________ ___________?

__________ se acordó de lo que había pedido a la noche anterior. Justin era bueno, muy bueno con ella… pero esta se la devolvería. Estaba cabreada, celosa, enrabiada.

- Sí, soy yo… ¿Cuánto te debo, chico?

Él la miró de arriba abajo. Sabía perfectamente lo que contenía el pedido, y dios sabe lo que pasaba por su mente en esos instantes.

- Setenta y dos dólares con noventa y cinco centavos.

- Joder, salió caro el conjunto de las narices… - ________ cogió la cartera del mueble de la entrada y le dio ochenta dólares.

- Quédate con el cambio, habrás tenido que correr mucho para entregar eso en tan poco tiempo.

- Gracias, guapa. – le sonrió y se dio la vuelta para irse de la casa de Justin y _________.





Justin entró con un par de bolsas.

- Ya estoy aquí. – dijo bajito por si ___________ aun dormía.

Ella no contestó.

- Aun estará durmiendo… - Justin sonrió y dejó las dos bolsas de comida en la encimera, junto a la nota. Vió una caja abierta en la mesa del comedor, pero no hizo mucho caso.

Pasó directamente a la habitación. Vio a __________, aun dentro de la cama, tapada.
Levantó un poco la persiana.

- Venga dormilona. Son ya las doce. – dijo Justin, girándose hacia a ella. - Vaya…

Se quedó mirando perplejo a una _____________ despampanante. Con unos buenos rizos bien definidos que enmarcaban su pequeño rostro, y lo hacían más angelical, dentro de lo que cabía, un collar amarrado al cuello con un cascabel en el medio… -
Justin deseó lamer alrededor de la cinta azul eléctrico. – el cual hacía juego con el azul… de ese fantástico conjunto de sujetador y tanga con detalles negros que hacía que sus curvas fueran aún más despampanantes – y que por desgracia, se le hacía jodidamente conocido - . Unas sandalias de tacón que afeminaban aún más sus piernas… Un maquillaje oscuro en sus ojos y algo más rojizo en sus labios. Justin tuvo una erección instantánea.

- Dios… estás… - se abrió de brazos – me dejas sin palabras…

- ¿Entonces? ¿Ya tienes ganas hoy? - __________ se levantó y lo cogió del cuello de la camisa, girando sobre ellos y tumbándolo en la cama. Ella se colocó encima de él y sobó su erección por fuera del pantalón. – Esto me lo confirma…

Besó a Justin, tan ansiosamente, que hasta a él le sorprendió. Pero le gustaba. Ella estaba enfadada, si, mucho, pero eso no quitaba el que Justin siguiera siendo su hombre, su chico, al que tanto amaba y al que tanto deseaba. Y las tres semanas de sexo fueron escasas tanto para Justin como para ella. Estaban empate. Bueno, empate no. Ella no había utilizado sus manos para saciarse.





Justin la cogió de los muslos, apretándola contra su pene. Alzó las caderas, tan territorial que la quería hacer sentir su máxima excitación. Intentó girar sobre ambos, pero __________ no lo dejó.

- Ah, ah…. Hoy llevo yo el mando.

- Eso me gusta… - dijo Justin sonriendo pícaramente.

____________ le desabrochó los dos botones del jersey color vino y se lo quitó de una revolada. Bajó hacia los pantalones. No tardó en deshacerse también de la hebilla y de estos mismos. Besó el duro pene de Justin por encima del bóxer. Eso hizo que él gimiera… quería más. Metió la mano por dentro del pantalón y jugueteó con él. Justin suspiró.

- ¿Me quieres ya? – dijo __________ mostrando una sonrisa cómplice. -
¿Ahora?

- Si… - sintió como la pequeña mano de __________ se apretaba con fuerza alrededor de su erección. – Oh, Dios, ¡Sí!

____________ se apartó un poco el tanga para dejar paso al pene de Justin. Él sintió de inmediato el calor del cuerpo de ella, la humedad y su propia estrechez, que tanto adoraba, que tanto lo hacía gozar, a su manera. ____________ se movió encima de él.

- ¿Te gusta? – le dijo al oído a Justin. - ¿Te gusta, mi amor?

- Si… dios… no pares…

___________ sonrió y aumentó su velocidad.

- ¿Y el conjunto? ¿Te gusta?

- Muchísimo… - dijo Justin, entreabriendo los ojos – Te queda de lujo…

- ¿A si? - ___________ sacó algo de entre las sabanas. – Y… ¿A quién le queda mejor? ¿A mí o a tu Kelly Brook? - ____________ paró de moverse. Justin abrió los ojos completamente. – Te pille, guarro. – se levantó de golpe y le dio una bofetada a Justin, con la revista, aun que no muy fuerte. – Ahora, vamos a ver cómo te las apañas para terminar, vuelve a usar las fotos de la puta de PlayBoy.






Protegeme 2da temporada. Capitulo: 08





__________ estaba tan atrasada con los papeles y la organización en su oficina, que el estrés no cabía en su cuerpo. Justin dio otro sorbo de cerveza, estirando uno de los brazos en el respaldo del sofá.

- ¿Quieres relajarte? – dijo dejando la Xibeca de 200ml. En la mesita de delante el sofà y levantándose. Le masajeó los hombros a ________. – ya adelantarás trabajo, mujer… solo te atrasaste unos
 días.

- ¡Solo! – dijo _______ apartándose de Justin. – tengo que ponerme al día como sea.

- Bueno… - Justin la volvió a agarrar por la cintura – ya te pondrás al día como sea… pero ahora… que tal si te relajo…

Ella se rió, arqueando el cuello.

- No Justin, estos días estoy demasiado ocupada… - se zafó de sus brazos y siguió tecleando algo en el portátil.

- ¿Tanto como para no hacer el amor conmigo?

- Hacemos el amor tres veces o cuatro o cinco a la semana, ¿Qué más te da estarte una semana sin follar?

Justin bufó.

- Eso es culpa tuya, me tienes mal acostumbrado. – Se volvió a sentar en el sofá y encendió la tele de nuevo. Otro trago de birra. Largo, ligero en la garganta.
___________ siguió con lo suyo. - ¿No lo haremos en toda la semana?

__________ rió y negó con la cabeza. No había nada que hacer con este hombre.

- Ya veremos. – le dijo como si fuera una madre a su hijo. – pero ahora déjame, tengo que terminar esta ficha…





- Bien, Melani… - _________ entró en la habitación. Melani… o quizás Milena, se encontraba ya en sujetador y bragas. Un conjunto negro muy seductor, hasta
_______ tuvo que admitir, de mala gana, que tenía muy buen cuerpo. Mejor que el suyo, dentro de lo que cabía. – Ya tengo tu ficha nueva del mes… vamos ha empezar con una nueva sesión, ¿te parece?

- Vale, fantástico. – ella sonrió, dos hoyuelos 
muy atractivos aparecieron en su preciosa cara. - ¿Cuál es la nueva rutina?

- Eh… pues empezamos con la terapia de sauna, luego el masaje de aceite de coco y como cambié un poco el horario de la gente joven, les añadí un cuarto de hora de afrodisiacos naturales… ya sabes. – sonrió y le guiñó un ojo. Milena rió.

- Me parece muy buena idea… ¿pero seguiré con los masajes de espalda?

- Si, claro, todo lo que quieras añadir, lo apunto a la lista ¿si?

- Vale, pues solo añádele eso… ¿Qué días serán?

- Como antes, el lunes y miércoles, de cuatro a seis.

- Vale, está bien. – sonrió y se levantó, cogiiendo una toalla. - ¿Empiezo ya con la sauna de eucalipto?

- Y tanto, ya puedes entrar.

- __________. – se giró, antes de entrar en la ducha.

- Dime.

- Ya sé porque Justin está tan bien contigo. – sonrió – eres una tía estupenda.

Se metió para dentro de la sauna, cerrando la puerta. ___________ se quedó con la boca abierta… mirando la puerta de madera cerrada. Si esa era realmente Milena… no podía tener nada en contra de ella, era una chica buena. Demasiado buena.





No pasó una semana, pasaron tres. Y _______ al fin, había terminado con toda la faena de papeles, facturas y más papeles. Y renovado los currículos de sus trabajadores. Al fin. Se levantó de su escritorio y se fue a la ducha. Estuvo pensando por unos momentos… El otro día había rechazado a Justin, de nuevo, porque había llegado tarde, y muy, muy cansada. Pobre mío… tres semanas sin mojar, después 
de tener la pasión que tenemos nosotros en la cama… debe de ser jodido. Sonrió. Hoy le daré lo que se merece… Terminó de enjuagarse el pelo y salió de la ducha, cogiendo una toalla.

- Dios, como se nota que llega el invierno. – Se acercó a la estufa y puso las manos, hasta que sintió que la piel de las rodillas le ardía. Se apartó y se frotó el pelo con fuerza con otra toalla.

Sintió la puerta como se cerraba.

- ¡Justin! – exclamó, abriendo la puerta del baño.

Justin le sonrió, dejando la chaqueta en el perchero.

- ¿Cómo estás? – dijo dándole un suave beso en los labios.

- Bien… ya terminé toooooda la faena y una ducha relajante me ha ido de maravilla. – metió su mano por dentro de la camisa y le acarició el pecho. – así… que… ¿Qué te parece si recuperamos estas tres semanas de rutina?

Justin la miró, burleta.

- Ahora no, cariño, estoy cansado. – la esquivó, quitándose el jersey y hiendo hacia el cuarto.

__________ lo siguió. ¿Justin pasaba de ella? No podía ser. Le fue detrás, y vio como él se ponía el jersey del pijama.

- Justin… - tiró la toalla al suelo, aun iba con el pelo empapado, y se veía realmente sexy. - ¿De verdad no quieres?...

Justin la miró de arriba abajo. Le dio un beso en la frente, como si se compadeciera de ella.

- De verdad. Dejémoslo para otro día. Ahora, vístete y sécate el pelo, si no cojeras un catarro.

_______ se giró. Sintió una cachetada suave en su culo. No hizo caso y fue hasta el baño, de morros. Algo extraño le pasaba a Justin, algo muy, muy extraño.





________ deslizó la bata de satén blanco por su cuerpo. La fina tela la hizo estremecer, la piel se le puso de gallina. Se secó el pelo con el secador, después de peinárselo y desenredarlo cuidadosamente. Colocó la ropa que había llevado por la mañana en el cesto de las prendas sucias, cuando vio algo en el fondo, cubierto por uno de los pantalones de Justin. Apartó el resto de la ropa y cogió el 
objeto. Una revista. Más concretamente: Playboy.

- Oh, Justin… eh aquí porque estás tan harto de sexo ¿no? A base de pajas acompañadas de imágenes porno…– ojeó la revista, llena de mujeres… desnudas. – Te vas a cagar…

__________ vio que una de las páginas estaba doblada. Una sesión fotográfica completa de Kelly Brook. Así que esta es tu favorita…

__________ sintió un recelo impresionante en su interior. Había un número en la esquina de una de las páginas. ‘Quieres comprar la misma lencería que lleva puesta la modelo más caliente de PlayBoy? Llama ahora a…’ __________ cogió su móvil.
Quieres jugar a devolver la pelota… pues vamos a jugar. A ver a quien le queda mejor ese conjuntito…

Protegeme 2da temporada. Capitulo: 07







La una de la noche. Justin mete las llaves en el cerrojo de la puerta. Va algo borracho, pero es lo que pasa cuando se deprime. ¿Deprime? ¿Des de cuando un agente como él se deprime? ¡Nunca!

Intenta no hacer ruido. __________ está enfadado con él, y con motivos. Pero odia que no le deje explicarle su versión. Siempre es así… siempre se pone estúpida cuando malentiende algo.

Alguien encendió las 
luces. __________ apareció con una preciosa bata blanca.
Parecía un ángel. No. Era un ángel.

- Mi amor… - dijo Justin, cerrando la puerta y acercándose a ella.

- Alto. - __________ lo miró de arriba abajo – Has bebido.

- Pero… solo un par de cervezas.

- Un par, tres, cuatro.

Justin agachó la cabeza.

- Sabes que estoy cabreada contigo, mucho. Por putero. Y tú no haces más que irte a un bar a beber y volver a casa a las tantas. - _________ apretó los labios, intentando no llorar. – Joder. – se pasó la mano por la frente, retirando algunos mechones de pelo. – Cuando te dije que me iba, esperé relajarme por el camino. Que vinieras tu también y que pudiésemos hablar, como una pareja normal.

- ¿En serio? – Justin frunció el ceño. – Habérmelo dicho, mujer…

- ¿Qué querías que te dijese en esos momentos? Eres tu el que se tiene que dar cuenta.

- ¿Es que me tengo que dar cuenta siempre de lo que mierda quieras?

___________ lo miró. Apenada por la situación y por las palabras de Justin.

- Supongo que si estamos juntos es por algo. – Dio media vuelta y se metió en el cuarto de invitados.

Justin picó a la puerta.

- Princesa… - Dio un par de golpes más. – Ábreme, por favor, no quería decir eso…

- No, ya basta… - por el tono de voz, estaba llorando – odio discutir contigo ¿vale? Y encima le echas más leña al fuego.

- Es que cuando te pones así…

- Solo estaba hablándote normal.

Tenía razón. ¿Entonces? ¿Era él el raro? ¿Era a él al que le pasaba algo?

- ___________... ábreme, por favor… - Justin se apoyó en la puerta. – Por favor…

Un ruido sonó al otro lado. Justin se alegró por dentro y abrió la puerta. Estaba a
oscuras. Entró. Alguien lo abrazó por detrás. Él le cogió, las pequeñas manos y las apretó contra su pecho, justo donde latía su corazón. Se giró y la abrazó. Buscó su boca, y la besó, pidiéndole mil perdones a su manera.

- No me quieres… - murmuró ___________. Él buscó sus ojos. Las mejillas estaban humedas. Las escurrió con el dedo pulgar.

- No. No te quiero. – sonrió y besó su frente – Te amo. Más que a mi vida, más que a nadie en este jodido mundo. – Buscó de nuevo su aliento, sus labios. – Nunca me faltes… nunca… porque si eso ocurre, muero.





Melani es Milena. Justin dio media vuelta en la cama, desnudo. Era invierno, pero no hacía frio. ________ ya había colocado un par de mantas en la cama matrimonial.
Además, habían pasado una de sus noches de pasión… cada y una de las cuales quedan grabadas en su memoria… al igual que los gemidos de ella, de sus jadeantes suspiros envueltos en un ‘Justin’ ahogado, esos ruidos que tanto adoraba mien
tras se fundía en sus entrañas haciéndola gozar hasta correrse. No podía dormir. Y eso que se había levantado… pronto, dentro de lo que cabe. Cuando dio media vuelta más, y volvió a quedar de perfil, pero ahora de cara a _________, se encontró con la mirada de ella.

- ¿No duermes? – pregunto Justin.

- ¿Y tú? – le respondió ella. – yo estaba durmiendo, pero no paras de dar vueltas.

Le acarició una de las mejillas, y le sonrió tiernamente. Las tres de la mañana.

- Lo siento…

- ¿Por qué? Eres tonto. – se rió. – basta de pedir disculpas hoy ¿no?

Justin sonrió y la besó en los labios.

- ___________...

- Dime.

- Hay algo que quiero decirte hace tiempo… - él suspiró, y se hundió en el color miel de sus ojos, ahora despejados.

- Lo que quieras… te escucho.

- ¿Recuerdas que te hablé de Milena?

- Ajá. - ___________ entristeció al recordar quién era esa mujer. Y quien era su hermana… Jasmine, a la que mató ella misma…

- ¿Recuerdas que te dije que estaba muerta?

- Si… y te sentías culpable por ello… pero ya hablamos de esto Justin, tu no tuviste la culpa… ella era de los contrarios, y alguno de tus compañeros la mató a las órdenes de Snade.

- Ese no es el caso… - suspiró. – Cuando Kellen y yo… bueno, cuando tu mataste al último hombre de Donovan. – Justin sonrió – mi niña cínica, quien iba a decir que una simple masajista podría tener el valor de hacer estallar en mil pedazos a un hombre el triple de corpulento que ella.

- Quien lo iba a decir… - repitió ________ devolviéndole la sonrisa. – eras tú o ese cabrón, y no dudé ni un segundo… - se puso seria de nuevo. – Bueno, ¿prosigues con lo de Milena?

- Si… - agachó la mirada y abrazó a __________ por la cintura, acercándola a él. – Aquel día la vi… tu y Kellen… estabais de espaldas… pero ella apareció allí, como un fantasma… entre todo el ajetreo… fue sorprendente… - miró de nuevo a los ojos de ________, buscando alguna respuesta. Lo que vio en sus pupilas no le gustó, para nada.



- ¿De qué te ríes? – dijo Justin, dejándola de abrazar, enfadándose.

- Porque me parece una locura que digas esto ahora. – se inclinó, dejando ver sus pechos desnudos. Justin desvió su vista unos instantes hacia su torso. Intentó no tener una erección en ese momento.

- Pero es la verdad… ¿no me crees? – bufó. – será posible que tu misma no me creas…

- No es eso, Justin, ya sabes que te apoyo y te apoyaré en todo. – besó suavemente sus labios. – pero en esos momentos estabas aturdido, no sabías bien donde ni como te encontrabas.

- Si lo sabía. Además, si no fuera prueba suficiente, Milena, es una de tus clientas.

__________ empalideció. De repente se le apareció la imagen de Melani en la cabeza.
Cuando en la habitación de Justin vio la foto de Milena, se le quedó gravada en la cara, ese rostro, esos ojos verdísimos y esas pecas. Y esa melena, negra, casi lo único que la distinguía de Jasmine. Quizás fuera pelirroja. La verdad, es que, Melani, su clienta, era castaño clara. Casi pelirroja. El resto, se parecía a Milena. Incluido el nombre. Los hoyuelos tan marcados al sonreír, el profundo verde prado de sus ojos, las finas cejas, el cuerpo desmadrante… las pecas. __________ no quiso alterarse. Suspiró hondo.

- ¿Ves? Tú también lo piensas. – dijo Justin frunciendo el ceño.

- No… no es eso. – se frotó los ojos. – Es que… no es que lo piense… es que no se muy bien que pensar, Justin… - volvió a mirarlo – es cierto que Melani se parece mucho a Milena, al menos, en las fotos que me vi en tu habitación de la casa de tu cala privada.

- ¡Por que es ella!

- Shh, no grites. - __________ puso un dedo encima de sus labios. – No lo sé
Justin, no estoy segura, además ¿Qué querría? Quizás haya rehecho su vida, al fin y al cabo, si no la matasteis, tendrá que seguir viviendo…

- Lo sé… pero podría haber empezado a rehacer su vida lejos de Los Ángeles…
¿Por qué tenía que volver al mismo estado que el mío? Ella es proveniente de Rusia, sus padres son de allí, su hermana era de allí.

_______ lo miró. Justin no sabía muy bien lo que encerraban sus ojos.

- No te preocupes más… quizás al morir su hermana, no quería volver a Rusia, le traería malos recuerdos… - se acurrucó contra Justin, acarició su pecho. – Ella sabrá lo que haces… tú no te preocupes, mi amor. – cruzó una de sus piernas, por encima de la marcada cadera de Justin. Él la aceptó gratamente y acarició su muslo, mientras la besaba en los labios. La cogió del culo, y la apretó más contra él. El sexo de _________ rozó su pelvis descaradamente.

- Tienes razón. – sonrió, en su propia boca. _______ distinguió su blanca
dentadura. – Bésame, anda… haz a este hombre feliz.

- Pensé que ya lo eras… - dijo ________, intentando parecer triste.

- Y lo soy, mi vida, tú has hecho que sea completamente feliz. – cogió su cara entre las manos y beso sus labios, con pequeños besitos. Mordió su labio inferior. – pero ahora quiero que me des lo que necesito… - movió un poco las caderas, rozando ya la humedad de __________ contra su abdomen. El pene de Justin se clavó en una de las nalgas de __________. Ella jadeó al sentirlo duro. - ¿Lo sientes? – ella asintió, semi aturdida. Justin la colocó encima suyo - ¿sabes lo cachondo que me pone el simple hecho de verte desnuda? Joder, _______... – observó como su propio miembro yacía, palpitante a lo largo del bajovientre de _________. – Tócame, necesito alivio…

Protegeme 2da temporada. Capitulo: 06




- Tu hermana decía lo mismo. Y mira lo que le pasó.

Milena puso expresión pensativa.

- Aún estoy intentando averiguar quién fue la persona que la mató. – sonrió de nuevo – se que tu no fuiste, nunca haces daño a una mujer si no es en autodefensa. Y menos la matas. – entrecerró los ojos. – Estoy en la duda de si es tu estúpida novia. –
Luego negó con la cabeza – No, no puede ser… es tan mosquita muerta. ¿Qué sabrá ella sobre armas y guerras? Completa cursi. De veras, no pegáis, para nada.

Justin agarró a Milena del cuello, sin aguantar más de la rabia.

- No vuelvas a nombrarla. – la estriñó fuerte contra su puño. – Ni se te ocurra volver a insultarla. Te mato. – la levantó aun más, por encima de su cabeza.

Milena golpeó con las piernas el pecho de Justin. Pero a él le dio igual. La soltó. Ella cayó al suelo.

- No sabes de lo que soy capaz, Milena. No me subestimes.

- Nunca lo… hice. – dijo ella tosiendo, a la vez que sonreía.

- Estás loca.

Milena hizo caso omiso al comentario de Justin y siguió con lo que estaba, hacía unos minutos.

- Hey, deja eso. – dijo Justin, acercándose a ella, ya que estaba ojeando folios del escritorio de _________.

- Tranquilo, solo quiero saber con quién estás. – dijo, volteando una de las hojas que tenía en mano. – Y la verdad es que no es muy interesante… - Justin la miró mal. – es cierto, cariño, te repito, no sé qué haces con esta mujer…

Milena se rió, descaradamente, de nuevo.

- Y pensar que me la podría cargar ahora mismo. – cogió una pistola que llevaba en el liguero, subiéndose un poco la falda negra, mostrando con desinterés aquel par de muslos generosos… que Justin había acariciado tantas veces. – Dejarle las cosas claras… quien manda aquí… y a quien le perteneces. – a mí.








- Deja la pistola, por dios, Milena… - Justin suspiró – estás loca ¿lo sabías?

- No piensas así, en el fondo.

Justin rió.

- Venga, basta de tonterías… vete, no pintas nada aquí.

- ¿Nada? Soy clienta de tu novia. Creo que tiene que atender a cualquier persona, además, ella no me conoce. – miró a Justin ladeando la cabeza - ¿O sí? ¿Le has hablado de mi alguna vez? Seguro que si meto la mano en el fuego, no me quemo. –

- No. – mintió Justin – no sabe quién eres. ¿Para qué debería hablarle de alguien tan insignificante?

- Cállate, mentiroso. ¿Tan insignificante? Recuerda que he sido a la mujer que más has amado, o, si no recuerdo mal, como tu solías decir, a la única que has amado.

- Me he dado cuenta de que ni una ni la otra. __________ es la que encaja en
ese papel.

- ¿En qué papel? ¿El de princesita? Por dios Justin, ¿des de cuando te va ese rollo?

- Ella es perfecta.

- No. Ustedes dos no pegan ni con la goma más fuerte. – entrecerró los ojos – mírate. Eres demasiado hombre para una joven así.

- ¿Así como? – Justin se sentó en la butaca de en frente de Milena.

- Pues… así… - se sentó a horcajadas encima de los muslos de Justin. Él se opuso, pero Milena se salió con la suya – a la que le falta de esto… - cogió la mano de él y la pasó por su sien – y de esto. – ahora la llevó, directamente hacia uno de sus pechos, bajando por la curva del vientre, hasta su trasero.

- Mile…

Un portazo sobresaltó a Justin y a Milena. Él se giró. Se levantó de golpe, haciendo que Milena casi cayera al suelo.

- ¿Te lo pasas bien, eh? Primero te comes con los ojos a una de mis amigas mientras ella te tira la caña y ahora estas a punto de follarte a una de mis clientas en mi propia oficina. – Cruzó los brazos y intentó que las lagrimas de rabia no salieran, al menos, más allá de sus parpados temblorosos.

- No es lo que piensas, mi amor… - Justin se acercó a ella e intentó abrazarla –
Yo no…

- Vete- a – la – mierda. – Le espetó ___________.

- Yo… lo siento. – dijo Milena con una voz culpable – No sabía que él era tu marido.

- No, cariño, no es mi marido. – dijo __________ suspirando – es mi novio, o eso creía. – Intentó sonreír. – No te preocupes, tú no tienes la culpa. No es la primera vez que Justin se olvida de que tiene pareja.

- Oh… eso es muy indignante por tu parte, Justin. – dijo milena.

- Melani. – dijo __________, cojiendo su lista

- Dime…

- Si no te importa, cambiamos tu hora para mañana.

- Como quieras.

- Ahora, discúlpame… tengo que perder de vista a una persona. – le lanzó una última mirada, llena de odio, a Justin y cerró la puerta, de nuevo, con un portazo.
Detrás de ella.

- Guau. – se rió Milena. Justin aun estaba con la boca abierta. – Entonces, no es tan mosquita muerta. Tiene su mala hostia.

Justin negó con la cabeza. Apretó los labios, intentando no soltar toda la rabia en darle una paliza a aquella jodida mujer.

- No me puedo creer que seas tan hija de puta. – Y la dejó allí, saliendo del despacho de ___________. – Mi amor, espera… - dijo, corriendo detrás de
___________. – No es lo que piensas, por favor, déjame explicarte…

- Que no, que no me cuentes nada. Que me dejes. - ___________ ni siquiera se giró. Se metió dentro del coche. – Mónica, ¿me cierras tu el centro, por favor?

La rubia le hizo un gesto de aprobación. ___________ Sonrió a su vez, metiendo las llaves para encender el motor.

- Que hagas lo que quieras con tu vida, pero ahora mismo, estoy EN-FA-DA-DA. Así que, mejor déjalo aquí. – Le dio al acelerador – Ahora, si me permites…