
- Tu hermana decía lo mismo. Y mira lo que le pasó.
Milena puso expresión pensativa.
- Aún estoy intentando averiguar quién fue la persona que la mató. – sonrió de nuevo – se que tu no fuiste, nunca haces daño a una mujer si no es en autodefensa. Y menos la matas. – entrecerró los ojos. – Estoy en la duda de si es tu estúpida novia. –
Luego negó con la cabeza – No, no puede ser… es tan mosquita muerta. ¿Qué sabrá ella sobre armas y guerras? Completa cursi. De veras, no pegáis, para nada.
Justin agarró a Milena del cuello, sin aguantar más de la rabia.
- No vuelvas a nombrarla. – la estriñó fuerte contra su puño. – Ni se te ocurra volver a insultarla. Te mato. – la levantó aun más, por encima de su cabeza.
Milena golpeó con las piernas el pecho de Justin. Pero a él le dio igual. La soltó. Ella cayó al suelo.
- No sabes de lo que soy capaz, Milena. No me subestimes.
- Nunca lo… hice. – dijo ella tosiendo, a la vez que sonreía.
- Estás loca.
Milena hizo caso omiso al comentario de Justin y siguió con lo que estaba, hacía unos minutos.
- Hey, deja eso. – dijo Justin, acercándose a ella, ya que estaba ojeando folios del escritorio de _________.
- Tranquilo, solo quiero saber con quién estás. – dijo, volteando una de las hojas que tenía en mano. – Y la verdad es que no es muy interesante… - Justin la miró mal. – es cierto, cariño, te repito, no sé qué haces con esta mujer…
Milena se rió, descaradamente, de nuevo.
- Y pensar que me la podría cargar ahora mismo. – cogió una pistola que llevaba en el liguero, subiéndose un poco la falda negra, mostrando con desinterés aquel par de muslos generosos… que Justin había acariciado tantas veces. – Dejarle las cosas claras… quien manda aquí… y a quien le perteneces. – a mí.
Justin agarró a Milena del cuello, sin aguantar más de la rabia.
- No vuelvas a nombrarla. – la estriñó fuerte contra su puño. – Ni se te ocurra volver a insultarla. Te mato. – la levantó aun más, por encima de su cabeza.
Milena golpeó con las piernas el pecho de Justin. Pero a él le dio igual. La soltó. Ella cayó al suelo.
- No sabes de lo que soy capaz, Milena. No me subestimes.
- Nunca lo… hice. – dijo ella tosiendo, a la vez que sonreía.
- Estás loca.
Milena hizo caso omiso al comentario de Justin y siguió con lo que estaba, hacía unos minutos.
- Hey, deja eso. – dijo Justin, acercándose a ella, ya que estaba ojeando folios del escritorio de _________.
- Tranquilo, solo quiero saber con quién estás. – dijo, volteando una de las hojas que tenía en mano. – Y la verdad es que no es muy interesante… - Justin la miró mal. – es cierto, cariño, te repito, no sé qué haces con esta mujer…
Milena se rió, descaradamente, de nuevo.
- Y pensar que me la podría cargar ahora mismo. – cogió una pistola que llevaba en el liguero, subiéndose un poco la falda negra, mostrando con desinterés aquel par de muslos generosos… que Justin había acariciado tantas veces. – Dejarle las cosas claras… quien manda aquí… y a quien le perteneces. – a mí.
- Deja la pistola, por dios, Milena… - Justin suspiró – estás loca ¿lo sabías?
- No piensas así, en el fondo.
Justin rió.
- Venga, basta de tonterías… vete, no pintas nada aquí.
- ¿Nada? Soy clienta de tu novia. Creo que tiene que atender a cualquier persona, además, ella no me conoce. – miró a Justin ladeando la cabeza - ¿O sí? ¿Le has hablado de mi alguna vez? Seguro que si meto la mano en el fuego, no me quemo. –
- No. – mintió Justin – no sabe quién eres. ¿Para qué debería hablarle de alguien tan insignificante?
- Cállate, mentiroso. ¿Tan insignificante? Recuerda que he sido a la mujer que más has amado, o, si no recuerdo mal, como tu solías decir, a la única que has amado.
- Me he dado cuenta de que ni una ni la otra. __________ es la que encaja en
ese papel.
- ¿En qué papel? ¿El de princesita? Por dios Justin, ¿des de cuando te va ese rollo?
- Ella es perfecta.
- No. Ustedes dos no pegan ni con la goma más fuerte. – entrecerró los ojos – mírate. Eres demasiado hombre para una joven así.
- ¿Así como? – Justin se sentó en la butaca de en frente de Milena.
- Pues… así… - se sentó a horcajadas encima de los muslos de Justin. Él se opuso, pero Milena se salió con la suya – a la que le falta de esto… - cogió la mano de él y la pasó por su sien – y de esto. – ahora la llevó, directamente hacia uno de sus pechos, bajando por la curva del vientre, hasta su trasero.
- Mile…
Un portazo sobresaltó a Justin y a Milena. Él se giró. Se levantó de golpe, haciendo que Milena casi cayera al suelo.
- ¿Te lo pasas bien, eh? Primero te comes con los ojos a una de mis amigas mientras ella te tira la caña y ahora estas a punto de follarte a una de mis clientas en mi propia oficina. – Cruzó los brazos y intentó que las lagrimas de rabia no salieran, al menos, más allá de sus parpados temblorosos.
- No es lo que piensas, mi amor… - Justin se acercó a ella e intentó abrazarla –
Yo no…
- Vete- a – la – mierda. – Le espetó ___________.
- Yo… lo siento. – dijo Milena con una voz culpable – No sabía que él era tu marido.
- No, cariño, no es mi marido. – dijo __________ suspirando – es mi novio, o eso creía. – Intentó sonreír. – No te preocupes, tú no tienes la culpa. No es la primera vez que Justin se olvida de que tiene pareja.
- Oh… eso es muy indignante por tu parte, Justin. – dijo milena.
- Melani. – dijo __________, cojiendo su lista
- Dime…
- Si no te importa, cambiamos tu hora para mañana.
- Como quieras.
- Ahora, discúlpame… tengo que perder de vista a una persona. – le lanzó una última mirada, llena de odio, a Justin y cerró la puerta, de nuevo, con un portazo.
Detrás de ella.
- Guau. – se rió Milena. Justin aun estaba con la boca abierta. – Entonces, no es tan mosquita muerta. Tiene su mala hostia.
Justin negó con la cabeza. Apretó los labios, intentando no soltar toda la rabia en darle una paliza a aquella jodida mujer.
- No me puedo creer que seas tan hija de puta. – Y la dejó allí, saliendo del despacho de ___________. – Mi amor, espera… - dijo, corriendo detrás de
___________. – No es lo que piensas, por favor, déjame explicarte…
- Que no, que no me cuentes nada. Que me dejes. - ___________ ni siquiera se giró. Se metió dentro del coche. – Mónica, ¿me cierras tu el centro, por favor?
La rubia le hizo un gesto de aprobación. ___________ Sonrió a su vez, metiendo las llaves para encender el motor.
- Que hagas lo que quieras con tu vida, pero ahora mismo, estoy EN-FA-DA-DA. Así que, mejor déjalo aquí. – Le dio al acelerador – Ahora, si me permites…
- No piensas así, en el fondo.
Justin rió.
- Venga, basta de tonterías… vete, no pintas nada aquí.
- ¿Nada? Soy clienta de tu novia. Creo que tiene que atender a cualquier persona, además, ella no me conoce. – miró a Justin ladeando la cabeza - ¿O sí? ¿Le has hablado de mi alguna vez? Seguro que si meto la mano en el fuego, no me quemo. –
- No. – mintió Justin – no sabe quién eres. ¿Para qué debería hablarle de alguien tan insignificante?
- Cállate, mentiroso. ¿Tan insignificante? Recuerda que he sido a la mujer que más has amado, o, si no recuerdo mal, como tu solías decir, a la única que has amado.
- Me he dado cuenta de que ni una ni la otra. __________ es la que encaja en
ese papel.
- ¿En qué papel? ¿El de princesita? Por dios Justin, ¿des de cuando te va ese rollo?
- Ella es perfecta.
- No. Ustedes dos no pegan ni con la goma más fuerte. – entrecerró los ojos – mírate. Eres demasiado hombre para una joven así.
- ¿Así como? – Justin se sentó en la butaca de en frente de Milena.
- Pues… así… - se sentó a horcajadas encima de los muslos de Justin. Él se opuso, pero Milena se salió con la suya – a la que le falta de esto… - cogió la mano de él y la pasó por su sien – y de esto. – ahora la llevó, directamente hacia uno de sus pechos, bajando por la curva del vientre, hasta su trasero.
- Mile…
Un portazo sobresaltó a Justin y a Milena. Él se giró. Se levantó de golpe, haciendo que Milena casi cayera al suelo.
- ¿Te lo pasas bien, eh? Primero te comes con los ojos a una de mis amigas mientras ella te tira la caña y ahora estas a punto de follarte a una de mis clientas en mi propia oficina. – Cruzó los brazos y intentó que las lagrimas de rabia no salieran, al menos, más allá de sus parpados temblorosos.
- No es lo que piensas, mi amor… - Justin se acercó a ella e intentó abrazarla –
Yo no…
- Vete- a – la – mierda. – Le espetó ___________.
- Yo… lo siento. – dijo Milena con una voz culpable – No sabía que él era tu marido.
- No, cariño, no es mi marido. – dijo __________ suspirando – es mi novio, o eso creía. – Intentó sonreír. – No te preocupes, tú no tienes la culpa. No es la primera vez que Justin se olvida de que tiene pareja.
- Oh… eso es muy indignante por tu parte, Justin. – dijo milena.
- Melani. – dijo __________, cojiendo su lista
- Dime…
- Si no te importa, cambiamos tu hora para mañana.
- Como quieras.
- Ahora, discúlpame… tengo que perder de vista a una persona. – le lanzó una última mirada, llena de odio, a Justin y cerró la puerta, de nuevo, con un portazo.
Detrás de ella.
- Guau. – se rió Milena. Justin aun estaba con la boca abierta. – Entonces, no es tan mosquita muerta. Tiene su mala hostia.
Justin negó con la cabeza. Apretó los labios, intentando no soltar toda la rabia en darle una paliza a aquella jodida mujer.
- No me puedo creer que seas tan hija de puta. – Y la dejó allí, saliendo del despacho de ___________. – Mi amor, espera… - dijo, corriendo detrás de
___________. – No es lo que piensas, por favor, déjame explicarte…
- Que no, que no me cuentes nada. Que me dejes. - ___________ ni siquiera se giró. Se metió dentro del coche. – Mónica, ¿me cierras tu el centro, por favor?
La rubia le hizo un gesto de aprobación. ___________ Sonrió a su vez, metiendo las llaves para encender el motor.
- Que hagas lo que quieras con tu vida, pero ahora mismo, estoy EN-FA-DA-DA. Así que, mejor déjalo aquí. – Le dio al acelerador – Ahora, si me permites…
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